Madrid, 18 nov (.).- Adif Alta Velocidad (AV) avanza en tres actuaciones clave para seguir abordando la transformación de la estación de Madrid-Chamartín Clara Campoamor, con el objetivo de conectarla con la movilidad de futuro y convertirla en nodo estratégico del proceso de liberalización del transporte ferroviario de viajeros.
Actualmente, se están realizando tres obras principales, con una inversión de 326 millones de euros, que se completan antes de la remodelación integral de la estación y su entorno, que surgirá del concurso internacional que se fallará en diciembre y que contará con una inversión aproximada de 1.000 millones de euros.
La primera de las actuaciones es la recuperación del antiguo vestíbulo de Cercanías bajo vías de la cabecera norte -cerrado desde hace unos 40 años-, cuya puesta en servicio está prevista para el próximo mes de enero.
Con ello, se recupera los núcleos de comunicación vertical entre los andenes y el vestíbulo inferior, además de la conexión directa con Metro de Madrid.
Además, se están construyendo cuatro nuevas vías de alta velocidad y dos nuevos andenes, cuyo plazo de ejecución es el primer semestre de 2024, y se está convirtiendo las vías 14 y 15, actualmente de Cercanías, en vías de alta velocidad.
La cabecera sur de estas vías se pondrá en servicio en enero, ha explicado este viernes el subdirector de Construcción, responsable de las obras, José Vicente, a los periodistas.
UN TOTAL DE 300 CIRCULACIONES DE ALTA VELOCIDAD DIARIAS
El complejo ferroviario pasará, así, a contar con un total de 25 vías, ya que las destinadas a la alta velocidad en ancho estándar se duplicarán, pasando de las seis actuales a un total de 12, permitiendo incrementar en el futuro las 120 circulaciones diarias actuales hasta un total de 300, y trece a Cercanías y media y larga distancia en ancho ibérico.
A ello se suman actuaciones para la ampliación y la remodelación del vestíbulo principal de la estación, cuya finalización está prevista para el primer semestre de 2026.
La ampliación del vestíbulo hacia el norte, este y sur permitirá duplicar su superficie, que pasará de unos 9.000 metros cuadrados actuales a unos 18.000 (prácticamente dos hectáreas), y la reordenación y accesibilidad del flujo de viajeros, además de la optimización de los recorridos peatonales.
El vestíbulo quedará diáfano, al eliminar los actuales locales comerciales, que se trasladarán al sur.
El edificio de viajeros acogerá tres ámbitos: una zona de embarque para alta velocidad con doble altura; una para Cercanías, y un vestíbulo común en forma de gran pasillo longitudinal, que se configura como el corazón de la estación y principal vía de movimiento de viajeros y ciudadanos.
Con 18 metros de ancho, contará a un lado con locales comerciales (que ocuparán unos 3.500 metros cuadrados, con espacios de hasta 600 metros cuadrados) y, al otro, con las zonas de embarque y espera.
La remodelación del vestíbulo no solo aportará mayor capacidad, sino también una óptima ordenación de los viajeros, para lo que se contará con un sistema de control de accesos, a base de tornos en la zona de Cercanías.
SE REFUERZA LA MULTIMODALIDD
En el acceso a la estación, los locales comerciales exteriores se suprimen para reordenar los viales urbanos, mejorando así tanto los flujos rodados como los peatonales.
Se resuelve la bolsa de taxis -que se protegerá por una marquesina-, creando un edificio para consigna e independizando el tráfico urbano del interno de la estación, liberando así espacio y reordenando los viales.
Además, se refuerza la multimodalidad, con la incorporación de espacios destinados a nuevos modos de transporte sostenible, entre ellos, aparcamientos seguros para bicicletas, con el fin de promover la integración de modelos de transporte limpios e impulsar desplazamientos de primera y última milla.
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