Santiago de Chile, 30 abr (.).- El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó este sábado que Chile resulta un país "muy atractivo" para el desarrollo de energías renovables para la Unión Europea y el resto del mundo.
"El mundo necesita nuevas fuentes de energía y el desarrollo del hidrógeno verde en Chile resulta muy atractivo, también para empresas europeas", comentó Borrell durante una visita al proyecto termosolar Cerro Dominador, en el norte de Chile.
"Las condiciones naturales y un marco regulatorio atractivo para la inversión extranjera impulsarán a este país como un exportador de energía limpia en la región”, detalló.
La UE y Chile tienen "metas similares en la lucha contra el cambio climático", agregó el alto mando, quien visita Chile en el marco de una gira por Latinoamérica que el domingo le llevará a Panamá.
Con un inversión total que alcanzó los 1.400 millones de dólares (unos 1.328 millones de euros), Cerro Dominador, la primera Planta de Concentración Solar de Potencia (CSP) en Latinoamérica, obtuvo una financiación de 15 millones de euros del Programa LAIF de la Unión Europea, además de un crédito del Banco KfW de Alemania.
El complejo en su conjunto contribuye a disminuir las emisiones de CO2 en 640.000 toneladas al año, lo que equivale a sacar de circulación a aproximadamente 300.000 automóviles en ese período, según el Ministerio de Energía chileno.
“Esta tecnología innovadora, única en Latinoamérica, es un ejemplo concreto de que las energías renovables pueden funcionar de manera permanente y es el resultado tangible de los frutos de la cooperación bilateral entre Chile y la Unión Europea", agregó el ministro de Energía, Claudio Huepe.
En los primeros días de su visita a Chile, Borrell también se refirió a la posición de la UE sobre lo que denominó la última "agresión de Rusia", la decisión del presidente ruso, Vladímir Putin, de cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria.
El alto mando aseguró que el bloque europeo rechazó inicialmente imponer un embargo al gas o al petróleo rusos, pero eso "no quiere decir que no se pueda volver considerar a la vista de los acontecimientos".
También urgió a la Unión Europea a impulsar la transición a las energías verdes para terminar con la dependencia de Rusia, de la que el Viejo Continente exporta el 27 % de su demanda de petróleo, el 46 % de carbón y 40 % de gas.
Hasta el momento, el corte de suministro de gas ha sido la reacción más dura que ha tomado Rusia en represalia a las medidas impuestas por Occidente, caso de la congelación de las reservas del Banco Central de Rusia y la desconexión de varios bancos rusos del sistema interbancario internacional SWIFT.