Lisboa, 12 ago (.).- Cerca de 200 clientes del afectados por el colapso del Banco Espírito Santo (BES), en su mayoría emigrados fuera de Portugal, protestaron en Lisboa hoy por la solución brindada por el Novo Banco (escisión saneada del BES) para recuperar los ahorros.
La manifestación, que transcurrió de forma pacífica, partió de la sede del Novo Banco, en la Avenida da Liberdade, y acabó en una de las sedes del Banco de Portugal, en la calle del Comércio.
"Este acuerdo que nos han presentado es aún más fraudulento que el que firmamos cuando nos engañaron. En un primer momento, nos garantizaron los intereses y el capital, en dos años. Y ahora es todavía peor", manifestó a EFE Apolinário, emigrado a Suiza hace 28 años.
Los clientes que hoy se manifestaron integran los 2.000 -de un total de 8.000- que no aceptaron la propuesta del Novo Banco para resarcir a los que habían suscrito papel comercial (camuflado como inversión segura) del colapsado BES.
Este grupo considera injusta la suscripción de obligaciones a largo plazo ofrecida por el Novo Banco y demanda poder disponer del dinero en el corto plazo.
Los restantes 6.000 clientes, que habían invertido cerca de 500 millones de euros en productos financieros, aceptaron la propuesta presentada por el sucesor del BES, que quebró hace dos años por irregularidades contables y de gestión.
Apolinário, hace 28 años en Suiza, recordó el esfuerzo que hizo para ahorrar, pues llegó a dejar a su mujer e hijos para ganarse la vida.
Ahora, sin el dinero fruto de su sudor, afronta el gasto de unos 4.000 euros en viajes y asesoría legal relacionados con el caso del BES.
"Estamos en la Justicia para que nos devuelvan aquello que es nuestro, nosotros trabajamos mucho y ahora estoy sin nada de nada, me quieren robar todo", afirmó.
Aquilino, emigrante en Francia, es otro de los afectados por el BES.
A pesar de tener confianza en la gestión del actual Gobierno socialista, prometió no enviar nunca más dinero a Portugal.
"Nos robaron todos nuestros ahorros, los gobiernos han sido unos corruptos y los emigrantes no tienen confianza en el sistema bancario portugués, está todo fatal", manifestó.
Con el grito de "Emigrantes unidos jamás serán vencidos", la manifestación duró cerca de cuatro horas y fue organizada por la Asociación Movimiento Emigrantes Afectados Portugueses (AMELP), compuesta por unos 400 asociados.