Madrid, 27 abr (.).- La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recibió 274 operaciones sospechosas de constituir abuso de mercado en 2020, lo que supone una reducción de 64 respecto al año anterior.
Una caída que tiene su origen, fundamentalmente, en aquellas recibidas de otras autoridades competentes europeas, que pasaron de 132 a 88, según un informe publicado este martes por la CNMV.
Según dicho informe, por el tipo de entidad que remitió la comunicación destacaron, en primer lugar, las Empresas de Servicios de Inversión (ESI), con 181, seguidas de otras autoridades competentes y por último los mercados.
El abanico de instrumentos financieros sobre los que se alertó en las comunicaciones "fue amplio", sin embargo, como ya ha sido habitual en años precedentes, la mayoría estuvieron referidas a acciones, dice el informe.
El 85 % de las comunicaciones recibidas hicieron referencia a instrumentos de renta variable, seguido de la renta fija y los derivados.
Con respecto a la renta fija, destacó la disminución del 62 % de las comunicaciones recibidas.
Por tipología de la infracción comunicada, las comunicaciones sobre información privilegiada o el intento de su uso supusieron más de la mitad de las recibidas, una cifra similar a la de años precedentes.
El resto, correspondieron a una posible manipulación de mercado.
Por otro lado, las comunicaciones remitidas por la CNMV a otras autoridades competentes se mantuvieron estables en 2020.
Se enviaron 49 (48 en 2019) a 16 autoridades competentes siendo Alemania y Suecia los destinos más frecuentes, alcanzando conjuntamente más de un 40 % de los envíos.
La CNMV ha explicado que evalúa la calidad de las comunicaciones de operaciones sospechosas recibidas, y con base en la información proporcionada por cada entidad, la citada comunicación es calificada teniendo en cuenta si los datos son completos, si la descripción de la operativa es precisa y si los indicios son suficientes, razonables y plausibles en cuanto a la posible conducta contraria a la normativa de abuso de mercado.
Se clasifica su calidad en , media o , manteniendo así los criterios de evaluación establecidos en los años precedentes.
"En líneas generales, y en comparación con el año anterior, se desprende que la calidad en 2020 ha mejorado, tanto en términos absolutos como relativos, calificándose más de la mitad de las comunicaciones recibidas como de calidad media o ".
No obstante, advierte la CNMV, el principal aspecto a mejorar es la identificación de la lógica y coherencia de la conducta comunicada a los efectos de considerar la existencia de posibles indicios de uso de información privilegiada o manipulación de precios.
Por último, la CNMV recuerda que la norma exige que las comunicaciones a la autoridad competente se realicen sin dilación.
Las autoridades de la Unión Europea han acordado en el marco de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) un plazo de 60 días naturales como orientación de lo que, en general, se considera razonable.
Los plazos en los que se recibieron algunas comunicaciones ponen de manifiesto un "cierto desfase temporal" entre la fecha de la operativa sospechosa y la fecha en la que se comunica la operación a la CNMV.
El número de comunicaciones recibidas con retraso, respecto a ese plazo orientativo, ascendió en 2020 a 45 (remitidas por 12 entidades financieras), lo que supone un ligero aumento de un 36 %.
Ello se debió principalmente, "al elevado volumen de negociación como consecuencia de la pandemia, que originó una mayor cantidad de alarmas a analizar", concluye la CNMV.