Quito, 15 jul (.).- El consorcio formado por el Metro de Medellín y la empresa francesa Transdev ha sido seleccionado para operar el Metro de Quito, construido por Acciona (BME:ANA) y que se inaugurará en diciembre, según anunció este viernes el ayuntamiento quiteño.
La asociación franco-colombiana fue seleccionada frente a la oferta presentada del Metro de Sao Paulo (Brasil) con el objetivo de que en agosto se firme el contrato, que será por un plazo de seis años, según indicó el alcalde de la capital ecuatoriana, Santiago Guarderas.
"En menos de seis meses tendremos funcionando el Metro de Quito, que marcará un hito en la historia de la urbe y el país", afirmó Guarderas en una conferencia de prensa celebrada en el estación de San Francisco, ubicada dentro de una antigua casa del centro de la ciudad, declarado patrimonio cultural de la humanidad.
El gerente general del Metro de Quito, Efraín Bastidas, consideró que el consorcio seleccionado "está formado por dos empresas muy complementarias".
"Por un lado, la firma francesa Transdev, que opera en 18 países y que tiene una amplia experiencia en iniciar nuevas líneas para operación, y por otro lado, el Metro de Medellín, quienes al ser vecinos actúan de forma muy complementaria al entender la tipología de la sociedad latinoamericana", señaló Bastidas.
El gerente general de la empresa pública metropolitana recordó que Transdev ha tenido durante veinte años la operación del Metro de Estocolmo y también ha estado a cargo de la operación de la Línea 1 del Metro de Delhi y la 9 del Metro de Seúl, mientras que la empresa colombiana tiene "casi tres décadas de operación".
"Tiene un potencial muy fuerte. Hemos observado que en la presentación de la oferta se dan una serie de sinergias que permitirán un buen trabajo de su parte", agregó.
Bastidas también detalló que el operador estará a cargo del sistema integral de recaudación, que funcionará mediante una tarjeta sin contacto.
El Metro de Quito, cuya construcción comenzó en 2013, recorrerá la capital ecuatoriana del país de norte a sur en un recorrido de 22,6 kilómetros, donde hay construidas 15 estaciones.
La obra, cuyo coste supera los 2.000 millones de dólares, está pendiente de la entrega final a la espera de que el consistorio quiteño concrete finalmente el contrato de operación, tras varios intentos infructuosos.