Bruselas, 2 may (.).- El presidente de la confederación que agrupa a las cooperativas agrarias europeas (Cogeca), Ramón Armengol, pidió este martes inversiones para garantizar que las importaciones agrícolas ucranianas, como el cereal, llegan a los países que las necesitan.
"Existe una necesidad de una inversión seria en logística, controles y en infraestructura que permita que estos productos circulen y, lo más importante, lleguen a los países terceros y en desarrollo", declaró Armengol durante una rueda de prensa virtual junto a la presidenta del Comité de Organizaciones Profesionales Agrícolas (Copa), Christiane Lambert.
Asimismo, aseguró que el Copa y la Cogeca piden "la activación automática de medidas de salvaguardia, sin necesidad de que los gobiernos o los representantes del sector presenten una solicitud específica, toda vez que se superen los volúmenes de importación promedio registrados entre el 6 de junio del 2022 y el 31 de diciembre del 2022".
El sector primario de Polonia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia y Hungría se ha visto afectado en los últimos meses por el aumento de las importaciones agrícolas ucranianas, a las que la UE ha retirado los aranceles para apoyar a Kiev ante la invasión rusa.
Parte de esos productos de Ucrania se está quedando en los mercados de esos cinco países a precios considerablemente más baratos que los que pueden ofrecer los productores locales, en vez de llegar a otros Estados miembros de la UE o a países terceros no pertenecientes al club comunitario.
En ese contexto, Polonia, Eslovaquia, Bulgaria y Hungría anunciaron vetos temporales a las importaciones agrícolas ucranianas, que ya se han comprometido a levantar como parte del acuerdo que alcanzaron el viernes pasado con la Comisión Europea.
El pacto logrado con Bruselas también contempla un paquete de ayuda de 100 millones de euros para los cinco países afectados y permitir el tránsito de trigo, maíz, colza y girasol por Polonia, Eslovaquia, Bulgaria, Hungría y Rumanía para que lleguen a países terceros.
Para abordar los "problemas" en los países próximos a Ucrania, Armengol apostó por "utilizar instrumentos concretos de gestión, ayudas para lidiar con las crecientes importaciones".
"Estas medidas de salvaguarda se deberían aplicar con premura y consistirían en la fijación de contingentes o bien en el pago de una compensación a los agricultores", comentó.
Antes de proponer la ayuda de 100 millones de euros, la Comisión Europea ya había aprobado otorgar 56,3 millones a Polonia, Rumanía y Bulgaria. Todo ese dinero procede de la reserva de crisis de la Política Agrícola Común (PAC).
Armengol consideró que los 56,3 millones "están lejos de ser suficientes" y que esa cantidad y los 100 millones adicionales "no tendrían que salir de los fondos de la PAC".
"La PAC ya está suficientemente manoseada como para que tengamos que volver a ser nosotros mismos los que tengamos que pagar esta distorsión", aseveró.
En cualquier caso, recalcó que también era "obvio" que los países no podían adoptar "medidas unilaterales" para restringir las importaciones ucranianas.
Ucrania es una potencia agrícola y se espera que su futura entrada en la UE tenga consecuencias para el funcionamiento de la PAC.
En ese sentido, Armengol asumió que cuando la antigua república soviética sea parte de la UE "habrá que hacer periodo de adaptación para un mercado que tiene tanto impacto para la producción europea".
"Hay muchísimas cosas que revisar, muchísimas cosas que hablar, pero el trayecto ya está definido: Ucrania, más pronto o más tarde, va a ser un miembro de la Unión Europea", comentó, y agregó que un productor agrícola como Ucrania "garantiza la soberanía alimentaria" del club comunitario.
Por otro lado, el presidente de la Cogeca dijo creer que el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) no se ratificará este año.
"Pero a lo mejor me equivoco", declaró.