Por Senad Karaahmetovic
Christian Mueller-Glissmann, estratega senior de carteras de acciones europeas de Goldman Sachs, ha rebajado la calificación de la renta fija a infraponderada durante los próximos tres meses. Este movimiento se produce unos días después de que los estrategas estadounidenses de la firma rebajaran el objetivo del S&P 500 para finales de año hasta 3.600, mientras que el escenario de aterrizaje forzoso prevé una caída hasta 3.400.
El estratega de Goldman cree que la renta fija ofrecerá un rendimiento inferior en la última fase de un ciclo de subida, lo que se define como 3-6 meses antes de que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 2 años toque techo.
"El rendimiento real sigue subiendo y tiende a alcanzar su punto máximo sólo cuando la Reserva Federal deja de subir los tipos, lo que probablemente llevará más tiempo con una inflación elevada y rígida", dice Mueller-Glissmann en una nota a sus clientes.
El aumento del rendimiento real es el principal factor que impulsa al banco a adoptar una posición táctica más defensiva. Mueller-Glissmann sostiene que los niveles actuales de las valoraciones de las acciones "podrían no reflejar plenamente los riesgos relacionados y podrían tener que descender más para tocar fondo en el mercado".
"Desde la CFG, el TINA (There Is No Alternative o “No hay alternativa”) ha sido un apoyo clave para la renta fija: con el descenso material del rendimiento real, las acciones eran más atractivas frente a la renta fija, con primas de riesgo relativamente elevadas para la renta variable. Los inversores se enfrentan ahora al TARA (There Are Reasonable Alternatives o “Hay alternativas razonables”) y los bonos parecen más atractivos", añade el estratega.
Por el contrario, Goldman reafirma su calificación de sobreponderada sobre el efectivo tanto a tres como a 12 meses.