Nueva York, 21 dic (.).- Wall Street ha registrado hoy su peor semana desde 2018 y el índice Nasdaq ha entrado en territorio bajista o "Bear Market", al caer más de un 20 % desde su último pico alcista, registrado en agosto.
El Dow Jones, que hoy retrocedió un 1,82 % o 414,23 puntos hasta los 22.445,37 puntos, se ha dejado un 7 % esta semana.
El selectivo S&P 500 bajó un 2,06 % o 50,84 unidades, hasta 2.416,58, sumando unas pérdidas acumuladas en los últimos cinco días de otro 7 %.
Por su parte, el castigado índice compuesto del mercado Nasdaq, que hoy se dejó un 2,99 % o 195,41 enteros, hasta los 6.333, acumuló perdidas del 8,5 % entre el lunes y el viernes.
Los miedos a un cierre parcial del Gobierno por las desavenencias presupuestarias entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y la oposición demócrata, así como el anunció de la Fed del miércoles de aumentar por cuarta vez este año los tipos de interés han inundado de rojo el parqué.
De nada sirvió que hoy el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams asegurara que la institución podría revaluar su posición en 2019.
"Lo que vamos a hacer el próximo año es revaluar nuestras opiniones sobre la economía, escuchando no solo a los mercados sino a todos con los que hablamos y mirando todos los datos", dijo Williams al canal estadounidense CNBC.
Sus declaraciones, interpretadas por los inversores como una apertura de la Fed a repensar su reciente aumento de los tipos, favorecía una leve subida en el parqué neoyorquino, que, sin embargo, no pudo evitar que el día cerrara en rojo y la semana en catástrofe.
Esta caída contrasta con los sólidos datos económicos de Estados Unidos, con el mejor índice de empleo de los últimos casi 50 años, una robustez que, precisamente, fue esgrimida por la Fed para subir los tipos.
Pero es que en el parqué llueve sobre mojado, porque estas dos nuevas preocupaciones se sumaron al temor del fracaso de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, que planean por encima de Wall Street desde hace meses, así como el miedo a una desaceleración del crecimiento a nivel mundial.