Madrid, 3 dic (.).- Deutsche Bank (ETR:DBKGn) anticipa que la renta variable registrará una mayor volatilidad durante 2025, un ejercicio para el que sobrepondera la bolsa estadounidense, ante la previsión de un mayor crecimiento económico, y para el que se muestra neutral con respecto a los mercados del Viejo Continente.
Y ello, en un momento de presión e "incertidumbre en varios frentes" en Europa, como la inestabilidad económica y política que viven Francia y Alemania.
Así lo ha explicado la directora de inversiones de Deutsche Bank en España, Rosa Duce, y el gestor jefe de Inversiones de Deutsche Bank España, Alejandro Vidal, durante la presentación de las perspectivas macroeconómicas y la estrategia de inversión para 2025 de la entidad.
Tal y como han destacado, la renta variable terminará previsiblemente este 2024 con una rentabilidad de casi el 20 % en los mercados desarrollados, gracias a los sólidos beneficios empresariales, las reducidas probabilidades de una recesión y la bajada de tipos.
Sin embargo, para 2025, la entidad se muestra cauta, ya que prevé volatilidad, y un año que "no será fácil", según ha asegurado Duce, teniendo en cuenta los cambios de política económica.
Sobre la Bolsa española, la entidad, al igual que con el resto de mercados europeos, se muestra neutral de cara a 2025, aunque esperan que lo haga "igual o mejor" que otros índices, favorecida por el peso que tienen en el selectivo nacional sectores como el financiero y el de consumo.
Justo estos dos sectores, junto con el de tecnología, salud y tecnología médica, son por los que apuesta la entidad.
Sobre la situación macroeconómica, Deutsche Bank considera que España cerrará 2024 con un aumento del PIB del 3 %, por encima de otros países europeos como Francia, Italia o Alemania.
Para 2025, considera que seguirá liderando el crecimiento de la zona euro gracias a la solidez de la demanda doméstica, según ha dicho Duce, aunque con un alza menor. La entidad espera un crecimiento de la economía española del 1,7 % para el próximo año, y del 2,1 %, para 2026.
Ha explicado Duce que la economía de la zona euro se recupera muy lentamente, y aunque los recortes de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y el aumento de salarios reales deberían permitir una mejora el próximo año, el alza de los aranceles de EE. UU. o el recrudecimiento del conflicto comercial entre China y Estados Unidos podrían amortiguar su recuperación.
Respecto a EE. UU., la entidad vaticina que su economía seguirá creciendo. Espera que su PIB aumente en torno al 2,7 % en 2024, y un 2 % en 2025.
La victoria de Donald Trump (con el que se prevén recortes fiscales, una mayor desregulación, así como el crecimiento del déficit público y el aumento de los aranceles a las importaciones) tendrá su mayor impacto en la economía en 2026, cuando el crecimiento del PIB estadounidense se podría acelerar hasta el 2,2 %.
Con todo ello, consideran que la inflación de EE. UU. podría mantenerse por encima del objetivo de la Reserva Federal (Fed), hasta el 2,4 % tanto en 2025 como en 2026, lo que podría llevar al banco central a avanzar con precaución en su ciclo de relajación monetaria con tres recortes más de tipos de 25 puntos básicos.
Así, la Fed dejaría los tipos entre el 3,75-4 % a finales de 2025, según Duce.
En el caso del BCE, la entidad estima que mantendrá su ciclo de recortes de tipos, con otra rebaja de 25 puntos básicos en diciembre, y otros cuatro más a lo largo de 2025.
En este contexto, Deutsche Bank espera que el dólar se siga fortaleciendo, y aunque "puede haber picos de paridad con el euro", según Vidal, podría acabar 2025 en el entorno de 1,02 euros.