Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 17 nov (EFE).- Wall Street siguió flirteando con los récords y hoy fue el S&P 500 el que se llevó el gato al agua, con su plusmarca número 42 en el año, en una jornada en la que la se produjo la compra de la multimillonaria de la fabricante de Botox, Allergan, por parte de los irlandeses Actavis.
Después de cabalgar juntos sobre los récords durante cinco días seguidos la semana pasada y la anterior, el Dow Jones y el S&P 500 han estado turnándose para seguir sumándolos.
El jueves pasado fue máximo histórico para el Dow y el viernes para el S&P 500, el favorito de los operadores de bolsa. El desempate fue a favor de este último, que hoy marcó alcanzó los 2.041,32. El tercero en discordia, el Nasdaq, rompió la tendencia alcista y bajó algo más de un tercio de punto.
La jornada de inicio de la semana devolvió la mirada al extranjero, aunque no a la política internacional sino a las economías de Japón y Europa. En ninguna de las dos las noticias fueron buenas, pero no parecieron preocupar a Estados Unidos.
Desde el país nipón, hoy se supo que el producto interior bruto (PIB) se contrajo un 1,6 % entre julio y septiembre. Y, desde el Viejo continente, el presidente del Banco Central Europeo se reafirmó en su política de mantener los estímulos si persiste la actual inflación.
Además, hoy la clave empresarial estuvo revuelta por dos operaciones muy distintas. Por un lado, Allergan, la productora del famoso tratamiento de belleza Bótox, "rejuvenecía" y crecía más de un 5 % al saberse que la empresa irlandesa Actavis la ha comprado por nada menos que 66.000 millones de dólares.
La operación benefició, pero no tanto, a la compradora, que subió un 1,71 %.
En otro sector muy diferente, la petrolera estadounidense Halliburton cerró un acuerdo para la compra de la firma rival Baker Hughes por valor de 34.600 millones de dólares.
En este caso, la compradora perdió un más de un 10 % en una sola jornada, mientras que la comprada sí que recibió con júbilo la transacción, y subió casi un 9 %.