Roma, 7 abr (.).- El primer ministro italiano, Mario Draghi, asumió hoy que será muy difícil prescindir del gas ruso, del que Italia es dependiente casi del 40 %, pero que "es una posibilidad si la guerra en Ucrania continúa y las atrocidades continúan".
Draghi realizó estas declaraciones después de reunirse con su homólogo holandés, Mark Rutte, con quien coincidió en "pedir a Rusia que cese inmediatamente las hostilidades y sentarse a la mesa de las negociaciones".
Respecto al nuevo paquete de sanciones a Rusia que acaba de anunciar la Comisión Europea (CE), Draghi aseguró que "Italia lo apoya firmemente" y que están preparados "para tomar medidas adicionales también en materia de energía junto con nuestros socios europeos".
Pero al mismo tiempo, añadió, que Italia "tiene que avanzar en la diversificación de las fuentes de suministro pero también en la diversificación hacia formas alternativas de energía".
Pero además insistió en la necesidad de aprobar un techo al precio del gas, porque "pagar estos precios significa apoyar la economía rusa e indirectamente financiar la guerra".
"Si no es posible detener la exportación del gas, la alternativa podría ser imponer un techo al precio del gas utilizando los europeos. Es una alternativa que hemos discutido y que seguiremos analizando”, agregó el primer ministro italiano.
Al respecto, el primer ministro holandés manifestó sus reticencias a poner un techo al precio del gas, pero Draghi aseguró que al menos convenció a Rutte de que esté "dispuesto a examinar todas las razones a favor y a tener un debate abierto sobre la cuestión".
Así como también indicó la necesidad de seguir apoyando "a las familias, especialmente a las más pobres, ya las empresas, especialmente a las que más energía consumen”.
Este miércoles durante una rueda de prensa en la que se presentó el Documento de Economía y Finanzas en el que se corregían a la baja algunos de los datos macroeconómicos del país debido a la guerra, Draghi apoyó cualquier tipo de sanción sobre el gas ruso para frenar la guerra.
Y afirmó: “La pregunta que debemos hacernos es si queremos cambiar el precio del gas por la paz. Si nos interesa tener la calefacción encendida, o ahora el aire acondicionado, o la paz”, en una referencia a una posible decisión de dejar de importar gas ruso.
Por ello, Italia tiene como objetivo traer más de 20.000 millones de metros cúbicos de gas adicional desde fuentes distintas de Rusia y en este sentido se están elaborando acuerdos con Libia, Azerbaiyán y Argelia y precisamente a Argel viajará Draghi la próxima semana para firmar la primera de estas nuevas alianzas energéticas.
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