Las políticas fiscales y de derechos de importación tienen un efecto significativo en los mercados bursátiles al influir en los beneficios de las empresas, las decisiones de inversión y el estado de ánimo general del mercado.
A medida que se acercan las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, los analistas financieros examinan los posibles efectos de las sugerencias políticas de los principales candidatos, Donald Trump y Kamala Harris, en los mercados bursátiles.
El plan político de Donald Trump se centra en el uso de los aranceles a la importación como forma de recaudar dinero para equilibrar la aplicación continuada de la Ley de Recortes y Empleos Fiscales (TCJA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, los expertos financieros de Citi Research creen que los aranceles a la importación propuestos, de entrar en vigor, no aportarían suficiente dinero para cubrir los costes adicionales causados por mantener en vigor la TCJA.
"No obstante, las políticas que pretenden reducir las regulaciones y los impuestos suelen ser más favorables para los mercados bursátiles", mencionaron los analistas financieros.
Aunque el aumento de los aranceles a la importación podría aportar algo de dinero, es poco probable que pague la continuación de la reducción de los impuestos sobre la renta, que se espera que provoque un déficit presupuestario de 4,6 billones de dólares en los próximos diez años. Esta brecha indica que las políticas de Trump, aunque se consideran más favorables para el mercado debido a las sugerencias de impuestos más bajos, aún podrían enfrentar desafíos para apoyar plenamente a los mercados de valores sin ajustes presupuestarios adicionales.
En contraste, el plan político de Kamala Harris implica mantener y aumentar las políticas actuales, con énfasis en aumentar los impuestos a las corporaciones para pagar nuevos programas de gasto.
Las anteriores posiciones políticas de Kamala Harris sugieren una amenaza considerable para los factores básicos que influyen en los precios de las acciones de Estados Unidos, especialmente si los impuestos sobre las corporaciones aumentan del 21% al 35%. Tal subida disminuiría directamente los beneficios de las empresas, dejando menos dinero para inversiones y pagos a los accionistas.
Si aumentaran los impuestos de sociedades, el tipo impositivo real de las empresas del S&P 500 podría subir mucho, lo que conllevaría más pagos de impuestos y, por tanto, disminuiría el crecimiento previsto de los beneficios por acción (BPA) del 15% al 4% para el año 2026.
"Aunque sólo estamos analizando el impacto potencial sobre el BPA, los inversores deberían considerar esto como 335.000 millones de dólares de flujo de caja libre que irían a parar a impuestos en lugar de a gastos de capital y retornos a los inversores, etc.", afirma el informe.
Los planes políticos de ambos candidatos subrayan el papel vital del Congreso de Estados Unidos a la hora de determinar el efecto final en los mercados bursátiles. Un Congreso controlado por un partido, ya sea republicano o demócrata, podría facilitar la aprobación de políticas fiscales y arancelarias de amplio alcance. Por otra parte, un Congreso en el que ninguno de los partidos tenga el control total podría dar lugar a un estancamiento, dificultando la promulgación de cambios políticos importantes.
Citi subraya la necesidad de tener en cuenta la distribución nacional frente a la internacional de los ingresos antes de impuestos a la hora de evaluar las consecuencias de un aumento de los tipos impositivos. Las empresas que obtienen una mayor proporción de sus ingresos dentro de Estados Unidos se ven más afectadas por los cambios en la legislación fiscal estadounidense. Por ejemplo, las pequeñas y medianas empresas suelen pagar tipos impositivos más altos que las grandes empresas, lo que las hace más vulnerables a los efectos negativos de un aumento de los impuestos sobre sociedades.
Además, el informe señala que, si bien los derechos de importación son una parte importante del plan de Trump para aumentar los ingresos del gobierno, podrían no ser suficientes para reemplazar completamente los impuestos sobre la renta.
La conexión entre el aumento de los derechos de importación y la disminución de las cantidades importadas sugiere que el aumento de los derechos de importación podría reducir el número de bienes introducidos en el país, lo que limitaría el aumento potencial de los ingresos del gobierno. Esta interacción entre los derechos de importación y las cantidades de comercio añade más incertidumbre al mercado, ya que las redes internacionales de suministro se adaptan a los cambios en la normativa sobre derechos de importación.
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