Madrid, 25 ene (.).- La subida de las cotizaciones a la Seguridad Social acordada en la última reforma de las pensiones, y cuya entrada en vigor estaba prevista en 2025, se ha quedado sin efecto, junto con la revalorización de la nómina de los jubilados, tras el rechazo del Congreso esta semana al decreto "ómnibus" del Gobierno.
De momento está en el aire la entrada en vigor del incremento del mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) y de la nueva "cuota de solidaridad" para los salarios más altos, sobrecotizaciones en ambos casos para elevar los ingresos del sistema en un contexto de aumento del gasto por la progresiva jubilación hasta 2050 de la generación del "baby boom".
Estas dos medidas previstas en la reforma iban, junto al alza de las pensiones con la inflación del año pasado o la prórroga del salario mínimo interprofesional (SMI), dentro del decreto ley que el Gobierno no logró convalidar el miércoles por los votos en contra de PP, Vox y Junts.
En el primer caso, el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) debía subir este año una décima, hasta situarse en el 0,8 %, de los que 0,67 puntos corresponden a la empresa y 0,13 al trabajador.
Este mecanismo es una sobrecotización a la Seguridad Social que pagan empresas y trabajadores con la que se busca elevar ingresos para hacer frente al mayor gasto que implicará un mayor número de jubilaciones en las próximas dos décadas.
Esta sobrecotización va elevándose cada año hasta alcanzar el 1,2 % en 2029. Por el momento, y hasta que el Gobierno vuelva a aprobar la medida, se sigue manteniendo en el 0,7 % vigente.
Paralizada la "cuota de solidaridad"
También ha quedado en suspenso la entrada en vigor de la denominada "cuota de solidaridad" también prevista en la reforma y que comenzaba a aplicarse este 2025.
Se trata de otra sobrecotización para los salarios más elevados que implica abonar un recargo de entre el 0,92 y el 1,17 %, que irá incrementándose progresivamente hasta 2045.
Así, a las retribuciones que superen en un 10 % la base máxima (4.720,5 euros, en el caso de la fijada para 2024) se les comenzaría a aplicar un 0,92 % sobre la cantidad que excede, mientras que desde el 10 % adicional de la base máxima hasta el 50 % adicional se recargará un 1 % y lo que vaya por encima de ese porcentaje abonará el 1,17 %.
Relacionado con esto, también ha quedado sin aplicación la subida de la base máxima de cotización, un punto en el que la reforma estableció un incremento adicional a la inflación de 1,2 puntos, es decir, que tendría que subir un total del 4 % para este 2025 elevándola así a los 4.909,5 euros.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha evitado detallar por el momento cómo van a abordar esta situación.
La subida de las pensiones de enero, garantizada
En cuanto a la subida de las pensiones de acuerdo con el IPC, una medida también recogida en la reforma y que ha quedado sin efecto, Inclusión ha explicado que el cobro y la subida de las pensiones en el mes de enero está asegurado al haber estado vigente el decreto ley hasta el pasado miércoles.
Las dudas están ahora en la nómina de febrero a la espera de ver si el Gobierno adopta alguna medida antes de que se deje de aplicar la subida.
La subida prevista para las pensiones era un 2,8 %, conforme al IPC y de manera genera, si bien los incrementos eran superiores, de hasta un 9 %, para las mínimas y no contributivas.
Por el momento, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue apostando por presentar un nuevo real decreto ley ómnibus con las medidas que incluía el rechazado y ante las que pide responsabilidad a los partidos, en vez de presentar otros con medidas concretas como la subida de pensiones.
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