Bruselas, 14 nov (EFE).- El grupo bancario Dexia, inmerso en un proceso de liquidación ordenada, registró una pérdida neta de 166 millones de euros en el tercer trimestre del año, superior a los 154 millones del segundo, según los datos provisionales adelantados hoy por la entidad.
Dexia fue una de las dos entidades de Bélgica, junto a Axa Bank Europe, que suspendió la reciente prueba de solvencia del Banco Central Europeo (BCE) dirigida a conocer la salud financiera de 130 entidades de la zona euro, y la única en proceso de liquidación sometida a ella.
La entidad indica en un comunicado que el resultado del tercer trimestre se debió a una pérdida neta recurrente de 42 millones de euros y al impacto negativo de 129 millones de determinados elementos de volatilidad contable, que se vio parcialmente compensado por 4 millones de euros de beneficio neto no recurrente.
El consejero delegado de Dexia, Karel De Boeck, destacó que el balance logrado entre julio y septiembre muestra una mejora en las cifras de beneficio neto recurrente, impulsado por una reducción en los costes de financiación.
Dexia se pronunció también hoy acerca del resultado de las pruebas de resistencia del BCE, cuyos resultados se conocieron el pasado 26 de octubre.
La institución monetaria, que asumió la supervisión unificada directa de las entidades de la zona euro el pasado 4 de noviembre, analizó durante un año si los 130 principales bancos del región tenían como mínimo un 8 % de capital de máxima calidad en el escenario base y un 5,5 % en un contexto macroeconómico adverso.
Dexia presentó un ratio del 10,8 % para el escenario base, pero solo un 5 % en el adverso, así como un déficit de 340 millones de euros.
La entidad explica que los resultados de la prueba y el déficit de capital registrado en relación al contexto adverso están en línea con la trayectoria de resolución ordenada del Grupo, con el objetivo de gestionar y financiar sus carteras de activos hasta su vencimiento, y evitando así el costo de cualquier liquidación.
Dexia confirma, asimismo, que las autoridades de supervisión no han reclamado que la entidad emprenda ninguna medida para remediar este déficit de capital.
El BCE detectó en la prueba de solvencia un déficit de capital de 25.000 millones de euros en 25 bancos de la zona del euro, sobre todo italianos, aunque informó de que 12 de estos ya han cubierto sus carencias con incrementos de 15.000 millones de euros en 2014.
De los 25 bancos que tienen déficit de capital, 9 son italianos, 3 griegos, 3 chipriotas, 2 belgas y 2 eslovenos.