Nairobi, 21 nov (.).- El Banco Mundial (BM) tiene previsto un apoyo de 12.000 millones de dólares a Kenia durante los próximos tres años, lo que supone un importante impulso para las alicaídas finanzas de la mayor economía de África oriental.
En un comunicado emitido a última hora del lunes en su cuenta de la red social X (antes Twitter (NYSE:TWTR)) en Kenia, el BM precisó que ese "paquete financiero" está sujeto a "la aprobación de nuevas operaciones por parte de los directores ejecutivos del Banco Mundial y a factores que puedan afectar la capacidad crediticia del banco".
"El Banco Mundial ha sido uno de los socios más sólidos de Kenia y el mayor proveedor de financiación para el desarrollo", recordó el organismo multilateral.
"De cara al futuro, el Banco Mundial está plenamente comprometido a apoyar a Kenia en su camino para convertirse en un país de ingresos medianos altos para 2030", agregó el BM.
Las finanzas públicas de Kenia se han visto bajo presión por el legado de la pandemia de covid-19 y las frecuentes sequías provocadas por el cambio climático.
El país africano ha enfrentado desafíos de liquidez causados por la incertidumbre sobre su capacidad para acceder a financiación de los mercados financieros antes de que venza un eurobono de 2.000 millones de dólares el próximo junio.
La pasada semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó a un acuerdo con Kenia para desbloquear el acceso inmediato a un tramo de 682,3 millones de dólares e impulsar el actual programa de préstamos con 938 millones de dólares.
"Kenia está en deuda con el apoyo financiero y técnico que el Banco Mundial (y el Fondo Monetario Internacional) siguen brindándonos", afirmó este lunes el presidente de Kenia, William Ruto, en su cuenta de X.
La asistencia de ambas instituciones "reconstruirán nuestras reservas y controlarán la inflación y las vulnerabilidades de la deuda", añadió Ruto.
Kenia, cuyo anterior presidente, Uhuru Kenyatta (2013-2022), recurrió repetidamente a préstamos -especialmente de China- para financiar infraestructuras, se enfrenta ahora a una enorme deuda, equivalente al 67 % del producto interior bruto (PIB) nacional.
Esta situación motivó la aprobación el pasado junio de una nueva ley que, entre otras medidas, supuso la subida de los impuestos sobre el combustible hasta el 16 %, lo que generó tensión y descontento sociales entre la población.