Por Francesco Canepa y Balazs Koranyi
FRÁNCFORT, 12 mar (Reuters) - Las autoridades del Banco Central Europeo debatieron en su reunión de esta semana el posible impacto que tendrá el plan de ayuda fiscal estadounidense de 1,9 billones de dólares en la economía de la zona euro, así como las perspectivas más amplias para el bloque, dijeron cinco fuentes a Reuters.
El BCE decidió el jueves acelerar la impresión de dinero para controlar los costos de endeudamiento de la zona euro, mostrando a los mercados escépticos que está decidido a sentar las bases de una recuperación económica contundente.
Sin embargo, la reunión resultó complicada, sobre todo en la sesión informal del miércoles, según las fuentes, ya que los gobernadores de los países más ricos y con mayor peso en el sector manufacturero adoptaron un tono decididamente más optimista sobre las perspectivas ligadas a las vacunas y la capacidad de ajuste de la economía.
Uno de los principales temas de debate fue el posible impacto que podría tener en la economía de la zona euro el mayor estímulo económico de la historia de Estados Unidos, para el que el presidente Joe Biden consiguió el miércoles la aprobación final.
Algunas autoridades de política monetaria advirtieron que la avalancha de prestaciones directas a los hogares estadounidenses podría aumentar las expectativas de inflación y los rendimientos de los bonos en la mayor economía del mundo, arrastrando a su paso el costo de la deuda en la eurozona, dijeron las fuentes.
Esto, combinado con otro paquete de medidas acordado por la Unión Europea que se conoce como Next (LON:NXT) Generation, comparativamente inferior y menos inmediato, puede hacer correr el riesgo a la eurozona de quedarse rezagada con respecto a la recuperación estadounidense, obligando al BCE a pisar el acelerador.
"Biden acaba de llegar, la ley ya ha sido aprobada y los cheques estarán en el correo la semana que viene", dijo una fuente. "Mientras tanto, míranos a nosotros. Llevamos un año hablando y todavía no se pagará nada puede que hasta octubre".
Sin embargo, los responsables políticos más conservadores argumentan que una mayor renta disponible de las familias estadounidenses se podría traducir en un mayor gasto en importaciones procedentes de la eurozona, lo que beneficiaría a la economía de región y reduciría la necesidad de la ayuda por parte del BCE.
El paquete de estímulo estadounidense aún no había sido aprobado cuando el BCE finalizó sus previsiones económicas, que sitúan el crecimiento económico y la inflación de este año en el 4% y el 1,5%, respectivamente.
Se espera que este paquete impulse la recuperación económica de Estados Unidos, con 400.000 millones de dólares en forma de pagos directos a la mayoría de los estadounidenses y 350.000 millones en ayudas a los gobiernos estatales y locales, entre otras medidas.
Los partidarios del endurecimiento de la política económica también se mostraron más optimistas sobre el panorama de crecimiento del bloque, argumentando que la economía se ha adaptado a los confinamientos mejor de lo que muchos estiman y que su recuperación será rápida en cuanto se levanten las restricciones.
Hasta ahora, sólo nueve países de la UE han aprobado en sus parlamentos nacionales el paquete de ayuda fiscal de 750.000 millones de euros, y es poco probable que las primeras prestaciones se distribuyan antes de julio o, más probablemente, después de las vacaciones de verano.
(Reporte de Francesco Canepa y Balazs Koranyi; reporte adicional de Frank Siebelt. Editado en español por Marion Giraldo y Flora Gómez)