Shanghái (China), 14 mar (EFE).- El grupo privado Vanke (HK:1036), la mayor inmobiliaria residencial de China y uno de los gigantes del sector en el país, vio aumentar en 2015 sus beneficios netos un 15,8 por ciento, hasta los 18.120 millones de yuanes (2.509 millones de euros), según anunció hoy en la presentación de sus resultados.
El grupo chino, que publicó su informe anual de resultados ante la Bolsa de Shenzhen (sureste), donde cotiza, aunque lleva tres meses en suspensión temporal, reveló además que sus ingresos netos aumentaron igualmente un 33,58 por ciento durante el año pasado, hasta los 195.550 millones de yuanes (27.082 millones de euros).
Sus ingresos por acción de la compañía, de hecho, aumentaron también un 14,84 por ciento durante el año, hasta 1,64 yuanes por papeleta (0,22 euros).
A pesar de que el mercado inmobiliario aún se está recuperando de su frenazo de los últimos años, la compañía consiguió aumentar en un 6,9 por ciento interanual la superficie total de propiedades vendidas durante 2015.
El informe anual de resultados de Vanke llega, oportunamente, dos días después de que, el pasado sábado, firmara un acuerdo de alianza estratégica con la operadora del Metro de Shenzhen (SZMC), en un nuevo paso de reestructuración de la actividad de esta inmobiliaria desde que sus acciones fueron suspendidas el 18 de diciembre pasado.
De esta manera, Vanke se ha comprometido a adquirir, en su totalidad o en parte, las acciones de una filial de la compañía estatal del suburbano de la ciudad cantonesa, donde ambas tienen su sede, una firma que tiene en propiedad terrenos urbanizables que pasan por encima de varias nuevas líneas del metro local.
El acuerdo, en espera de que se materialice en una compra concreta, se estima que estará valorado entre los 40.000 y los 60.000 millones de yuanes (entre 5.535 y 8.302 millones de euros).
SZMC, que pertenece al Gobierno de Shenzhen, opera cuatro de las líneas del suburbano de esta ciudad fronteriza con Hong Kong, que suman 158 kilómetros de trazado, sobre los cuales hay terrenos y activos inmuebles valorados en 240.000 millones de yuanes (33.212 millones de euros).
Por su parte, Vanke suspendió su cotización en Shenzhen en diciembre, oficialmente, alegando que planeaba emitir nuevos títulos -lo que, tres meses después, aún no se ha producido-, aunque todo ocurrió coincidiendo, en realidad, con una batalla interna entre sus inversores por mantener el control de la compañía.
Aunque la firma aseguró aquel día que salía momentáneamente de cotización para preparar una emisión de nuevas acciones, de cara a una reestructuración de su capital y a una futura compra de activos, la decisión se tomó después de que su presidente y fundador, el magnate Wang Shi, se resistiera abiertamente a un nuevo accionista.
En concreto, se opuso a una cuantiosa compra de acciones por parte del grupo inversor Baoneng, una maniobra que lo convertía de pronto en el mayor accionista de Vanke, y que desató una batalla interna que, aún hoy, mantiene a la compañía fuera de cotización.
Baoneng es un conglomerado (también de Shenzhen) que se dedica a las finanzas y al sector inmobiliario, pero que para financiar su inversión en Vanke y convertirse en su accionista principal hizo que una de sus filiales pidiera un crédito equivalente al doble de su capital.
"Nuestra gestión no da la bienvenida a que Baoneng sea nuestro mayor accionista, y la razón es sencilla: simplemente no tienen suficiente credibilidad", declaró Wang entonces, en una reunión interna filtrada a los medios, temeroso de que los bancos desconfiaran de la solvencia de Vanke y le encarecieran el crédito.