Logroño, 22 mar (.).- El director de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) para España, Joaquín Nieto, ha asegurado este viernes a Efe en Logroño que la economía española crea más riqueza que antes de la crisis, pero que su distribución ha cambiado y es más desigual.
Nieto, quien participa en la celebración del trigésimo aniversario del Grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de la Universidad de La Rioja, ha precisado que, a pesar de que España genera más riqueza, hay más desempleo que antes de la crisis económica y quienes trabajan ingresan menos.
"Es decir, que la redistribución de la riqueza a cambiado en favor de los que más tienen y en perjuicio de los que menos tienen, y eso es algo que se refleja en los índices de pobreza", ha relatado.
Para él, el mundo se encuentra en un proceso de cambios y "España, como país importante dentro de la economía mundial, se va a ver afectado en primera línea por esos procesos".
Ha detallado que el país tiene una estructura productiva, de relaciones laborales, de diálogo social y del derecho del trabajo asentada, que le permitiría poder abordar estos cambios de manera que la economía española, sus relaciones laborales y el trabajo "decente" saliesen reforzados.
"La consecuencia de este proceso no tiene por qué ser un debilitamiento, pero podría serlo si España no es capaz de asumir los desafíos que tiene por delante", ha explicado.
Respecto a estos retos, ha destacado la digitalización, en la que el país tiene potencial, dado que algunas de las empresas más importantes del mundo en el ámbito de las comunicaciones se encuentran en España, pero tiene "cierto retraso y desigualdades", sobre todo entre territorios y de género.
Ha relatado que, mientras que el 55 % de los universitarios en España son mujeres, en carreras tecnológicas son menos del 20 % y en los empleos tecnológicos rondan entre el 15 % y el 20 %.
Otros de los desafíos que ha citado son el de resolver los déficits que hay en trabajo "decente" y relaciones laborales, particularmente en la calidad de empleo y en el exceso de precariedad; y la transición energética, porque afectará a sectores "claves", como la construcción, para la que será "una enorme oportunidad" porque "España no necesita solo construir nueva vivienda, sino mejorar la existente".
"Y ahí -en la transición energética-, España se la juega; cualquier retraso en la reorientación y la adaptación del sector lo puede pagar muy caro el conjunto de la industria", ha concluido.