Mateo Sancho Cardiel
Nueva York, 3 dic (EFE).- El Dow Jones hoy cruzó, por primera vez, la barrera de los 17.900 puntos, y se quedó a 88 puntos de los 18.000 puntos, una conquista que podría llegar antes de finales de año, menos de seis meses después de aquél 3 de julio en el que superó los 17.000.
¿Hasta dónde va a llegar el sprint final de la bolsa en este 2014? El año que empezó marcado por la prudencia se ha desbocado en las últimas semanas, hasta el punto de hacer más palpable la posibilidad de que haga su segunda conquista de 1.000 puntos redondos en un solo semestre.
Hoy el Dow Jones consiguió su récord número 33, lejos de los 52 con los que dejó el 2013 con una bonita media de plusmarca por semana. Pero si bien entre los 15.000 y los 16.000 pasaron 7 meses y medio (del 7 de mayo al 21 de noviembre de 2013) parece que el ritmo de crecimiento bursátil desde el verano se ha acelerado.
El selectivo S&P 500, el preferido de los inversores por ofrecer una perspectiva más completa del mercado (y no centrarse solamente en las treinta grandes empresas del país), hace tiempo que ya sobrepasó las marcas del conocido como el "año de los récords" y hoy sumó su máximo histórico número 48 en 2014.
Quizá lo más significativo de este fenómeno es que no hay una razón que justifique por completo esta escalada imparable de los mercados.
Hoy, por ejemplo, todo se redujo a que la Reserva Federal rubricó el crecimiento de la economía nacional en su "libro beige", y a un informe favorable en la productividad de los trabajadores.
La tendencia al alza ha hecho oídos sordos (o se ha dejado interrumpir de manera mínima) por cuestiones económicamente tan relevantes como la inestabilidad en la zona euro o la crisis actual de exceso de oferta del petróleo, que ha llevado el barril de crudo estadounidense a los precios más bajos en casi un lustro.
Según algunos analistas, esto podría desatar una crisis de crédito en el país, pero, visto lo visto, al menos de momento, nada parece capaz de hundir a Wall Street en la recta final de 2014.