Antonio Torres del Cerro
Lisboa, 8 ago (EFE).- La deuda de casi 900 millones del Grupo Espírito Santo (GES) que Portugal Telecom (PT) no recuperará y que le hizo perder peso en su alianza con la brasileña Oi, ha agitado de nuevo a la operadora lusa, que votará los nuevos términos de la fusión en la Asamblea de accionistas fijada para septiembre.
La dimisión del presidente ejecutivo del grupo PT, Henrique Granadeiro, anunciada este jueves y asociada a esos 900 millones aplicados en pagarés de Rioforte (holding del GES), ha sido el último episodio en la agitada temporada que atraviesa el antiguo monopolio de las telecomunicaciones en Portugal.
La firma lusa anunció hoy que en la Asamblea de accionistas del 8 de septiembre se someterán a votación "los términos de los acuerdos a celebrar entre PT y Oi", cuya fusión se llegó a tambalear a mediados de julio por la deuda incobrable de Rioforte, que entró en concurso de acreedores.
El reconocimiento de esa partida en el balance alteró la valoración realizada hace meses de los activos de la firma portuguesa, que pasó a controlar 25,6 % de la sociedad resultante de la fusión con Oi, frente al 38 % inicialmente previsto.
Reflejo de las tensiones creadas por esta cuestión del préstamo, de la que los brasileños no habían sido informados, dos representantes de Oi en el Consejo de Administración en PT abandonaron su cargo.
Ahora, la dimisión de Granadeiro se ha interpretado como un nuevo revés en la cúpula de PT, que logró, no obstante, colocar a su antiguo líder, Zeinal Bava, como presidente ejecutivo de la nueva operadora luso-brasileña, que adopta la denominación también de Oi.
"Estoy preocupado en relación a este proceso de fusión" y por el hecho de que la operadora lusa se haya visto debilitada a causa de la inversión en el Grupo Espírito Santo, dijo hoy el líder de la oposición, el socialista António José Seguro.
A medida que el intrincado imperio familiar Espírito Santo se desmembraba durante el mes de julio, la operadora PT, un fiel aliado del colapsado BES, realizó además un movimiento tildado por muchos de sospechoso.
Retiró 128 millones de euros depositados en el BES durante ese mes previo a la extinción de la institución financiera como tal, que el pasado día 4 quedó dividida en un banco "bueno" y otro "malo".
De este modo, la operadora portuguesa "salvó" 128 millones que no irán al "banco malo", un vehículo sin licencia bancaria que liquidará los activos tóxicos del BES.
Como accionista cualificado (más del 2 %), PT corría el riesgo de que todos sus depósitos bancarios acabasen en la división de activos prácticamente irrecuperables ("banco malo"), tal y como determinó el Banco de Portugal (BdP), encargado de orquestar el nuevo BES.
Pero el 2,1 % de participación de la PT sí ingresará en el "banco malo", otro asunto que podría agrietar las relaciones con Oi.
Falta hacer las cuentas de las pérdidas que esa participación podrá acarrear.
El ministro luso de Economía, António Peres de Lima, echó más leña al fuego en un par de entrevistas en las que critica duramente tanto a los antiguos gestores del BES como a PT y su papel en la fusión con Oi.
"Ya hace mucho tiempo que perdí la ilusión de ver a PT como matriz de una fusión luso-brasileira", manifestó al diario "Púbico" el ministro, quien censuró duramente a los gestores que firmaron el pagaré con Rioforte.
Granadeiro, cuya dimisión también se vincula con las severas críticas del gobernante, se defendió en su carta de renuncia.
El exdirectivo, de 70 años, recordó que asume sus actos pero no "los encargos y responsabilidades de otros" y avanzó que la auditoría puesta en marcha en la compañía aclarará todo y "demostrará que siempre actué en el mejor interés de PT".
La Comisión de trabajadores (CT) de Portugal Telecom fue otro estamento más en censurar a los administradores, a los que exigió devolver todas las pagas extraordinarias anuales que reciben desde 2010, cuando se consumó la venta de la parte de Vivo que controlaba PT a la española Telefónica a cambio de 7.500 millones.
PT, que tocó en septiembre de 2010 los 9,38 euros por acción, ha caído en picado en los últimos tiempos.
Hoy, un título de la operadora de telecomunicaciones cotiza en los 1,74 euros, un precio bajo, pero mejor al de este jueves ya que cerró la sesión con una notable recuperación del 7,14 %, justo después de saberse la dimisión de Granadeiro.