Lisboa, 30 mar (EFE).- El expresidente no ejecutivo del Consejo de Administración del Banco Internacional de Funchal (Banif (LS:BANIF)), el exministro Luís Amado, consideró "precipitada e inimaginable" la liquidación de la entidad, que se vendió al grupo bancario español Santander (MC:SAN).
En la comisión de investigación parlamentaria sobre la disolución del banco, Amado, que fue ministro de Exteriores luso con dos gobiernos socialista entre 2005 y 2011, atribuyó la quiebra a las rígidas reglas de la Comisión Europea y a la pasividad del Banco de Portugal (BdP).
El antiguo administrador se refirió, tal y como el expresidente del Banif Jorge Tomé, al daño que hizo una noticia televisiva que generó el pánico entre los depositantes.
El 15 de diciembre del 2015, el canal TVI 24 horas adelantó la intervención del Banif, que, a partir de ese día, empezó a perder depósitos hasta alcanzar casi 1.000 millones de euros (el 16 % del total).
"El banco se sintió apoyado por el Gobierno, pero el BdP tardó en reaccionar", lamentó Amado.
Cinco días más tarde, el 20 de diciembre, el Banco de Portugal (BdP) optó por liquidar la entidad, dividiéndola en tres partes y vendiendo la saneada al Santander por 150 millones de euros, un precio considerado por muchos insuficiente.
La firma española, además, recibió otros 2.000 millones de euros en concepto de garantías y para cubrir "contingencias futuras".
El coste total para el Estado luso se calcula que llegará hasta alrededor de 3.000 millones de euros.
En enero de 2013, el Estado luso ya había inyectado en Banif 1.100 millones de euros para que cumpliera con los requisitos mínimos de capital.
Además, al menos 40.000 pequeños accionistas y obligacionistas estuvieron afectados por la liquidación del Banif.
Ésta es la quinta comisión de investigación parlamentaria a la banca portuguesa en apenas ocho años, un instrumento utilizado ya el año pasado para depurar responsabilidades en la caída del Banco Espírito Santo (BES), por aquel entonces una de las más importantes entidades financieras del país.
Banif llegó a ser el octavo mayor banco comercial de Portugal con notable presencia en las islas Azores y en Madeira, a la vez que mantuvo filiales operativas en otros países como Malta, Cabo Verde o Brasil.