Washington, 21 may (.).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene sus previsiones de crecimiento para Perú en el 2,5 % para este 2024 y en el 2,7 % para 2025, con una economía que "se está recuperando" tras los efectos del fenómeno climático de El Niño y la agitación social de principios de 2023.
La institución ha publicado este martes la actualización, después de la visita al país suramericano de un equipo del Fondo. La evisión se hace de manera anual conforme al Artículo IV del convenio constitutivo del organismo.
En su informe, el FMI asegura que Perú se encuentra "en un periodo de relativa estabilidad política", aunque reconoce que la "persistente incertidumbre" hace disminuir "el apetito para llevar a cabo las reformas urgentes que permitan impulsar el crecimiento potencial".
El país, presidido por Dina Boluarte, quien sucedió en el cargo al destituido expresidente Pedro Castillo (2021-2022) después de su fallido intento de golpe de Estado, crecerá este 2024 el 2,5 %, la misma cifra pronosticada el pasado mes de abril, cuando el FMI publicó su informe de perspectivas económicas globales (WEO, en inglés).
Es, sin embargo, dos décimas menor a la cifra publicada en octubre de 2023, en la anterior revisión global.
El dato también está por debajo del estimado por el Gobierno peruano, que confía en crecer por encima del 3 % este año y llegar al 3,5 % en 2025.
No obstante, es ligeramente superior al de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que, en su reciente informe semestral de Perspectivas, estimó que la economía peruana crecerá el 2,3 % en 2024 y el 2,8 % en 2025.
Tras sufrir, por primera vez en 25 años, una recesión en 2023 (-0,6 %), Perú crecerá este año por la fuerte recuperación de la agricultura y la pesca, el buen momento de la minería y una orientación más laxa de la política monetaria, señala el FMI.
Sin embargo, solo se espera una recuperación moderada del consumo privado y de la inversión privada, mientras que los salarios nominales recuperan gradualmente su poder adquisitivo y "la elevada incertidumbre política lastra la confianza de los consumidores y las empresas", destaca el Fondo.
De hecho, el FMI advierte de que, a corto plazo, los principales riesgos internos para que haya un empeoramiento de las perspectivas son una posible intensificación de la incertidumbre política, del malestar social y que haya más tragedias climáticas.
Por otro lado, los principales riesgos externos son un débil crecimiento de los socios comerciales, la volatilidad de los precios de las materias primas y un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras mundiales.
La inflación en Perú, señala el FMI, ha disminuido "gracias al decidido endurecimiento de la política monetaria por parte del banco central". Cerró 2023 en el 3,2 % y se espera que acabe 2024 en el 2,4 % y baje al 2 % en 2025.
Mientras, añade el FMI, la situación fiscal y el sistema financiero "permanecen sólidos".
Se prevé que la balanza de la cuenta corriente vuelva a registrar un déficit del 1,1 % del PIB en 2024 y que se estabilice alrededor del 1,5 % del PIB a medio plazo.
Los directores ejecutivos del FMI elogiaron a las autoridades peruanas por "su trayectoria sostenida de políticas macroeconómicas y marcos institucionales muy sólidos", que "han guiado eficazmente al país", pese a la agitación social y las catástrofes climáticas.
"Señalaron positivamente que la baja deuda pública, las abundantes reservas internacionales, un sector financiero robusto y el acceso favorable a los mercados internacionales de capital proporcionan fuertes amortiguadores frente a choques adversos", afirma en el comunicado.
En este contexto, respaldan la decisión -anunciada este martes- de las autoridades de no solicitar un nuevo acuerdo de Línea de Crédito Flexible tras su vencimiento en mayo de 2024, teniendo en cuenta que el balance de riesgos está equilibrado y la solidez de las reservas de Perú.
Pese a los buenos datos, el FMI considera que se necesitan "urgentemente" reformas estructurales para reactivar el crecimiento, entre ellas de las regulaciones laborales y tributarias para impulsar la productividad.