Lisboa, 29 jun (.).- El Gobierno luso salió al paso de unas confusas declaraciones pronunciadas por el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y negó cualquier hipótesis de que esté en análisis un nuevo programa de rescate financiero para Portugal.
"Teniendo en cuenta las declaraciones del ministro alemán, y aunque hayan sido inmediatamente corregidas por él mismo, el Ministerio de Finanzas aclara que no está en consideración cualquier nuevo plan de ayuda financiera a Portugal, al contrario de lo que el gobernante alemán inicialmente haya dicho", esgrime el comunicado divulgado hoy.
Las palabras de Schäuble se produjeron en un foro organizado en Berlín y fueron recogidas inmediatamente por todos los medios lusos, generando polémica en el país.
La prensa local se hizo eco de la advertencia dirigida al Gobierno luso por parte del titular germano de Finanzas, quien alertó de que Portugal se disponía a pedir un nuevo programa de ayuda financiero, como el que ya suscribió en 2011.
Posteriormente, Schäuble precisó que hablaba en condicional, y que sólo habría un nuevo rescate si el país incumpliese las reglas europeas.
"El Gobierno continúa y continuará centrado en el cumplimiento de las metas establecidas", aseguró el Ministerio de Finanzas en el comunicado, en alusión a su objetivo de reducir el déficit público hasta el 2,2 % del PIB, lejos del 3 % marcado como límite.
También incidió en que el Ejecutivo, de signo socialista -y que accedió al poder gracias a un acuerdo con el resto de fuerzas de izquierda basado en la reversión de las políticas de austeridad-, mantiene su "empeño en cumplir sus compromisos europeos, parlamentarios y con los portugueses".
"En el actual momento que Europa atraviesa, el Gobierno seguirá trabajando con la serenidad y la responsabilidad que el proyecto europeo exige", defendieron desde Finanzas.
Las declaraciones de Schäuble levantaron polvareda en suelo luso, aunque la bolsa y la cotización de sus títulos de deuda no se vieron perjudicadas.
Desde el partido en el Gobierno, el socialista, su diputado Joao Galamba calificó de "irresponsable, insensato e incendiario" al ministro alemán por sus palabras, y le acusó de dedicarse a echar más leña al fuego.