San Juan, 9 nov (EFE).- El Índice de Actividad Económica (IAE) de Puerto Rico aumentó un 0,8 % en septiembre pasado -hasta los 127,7 puntos- en relación con el mismo mes de 2014, la primera vez que ese indicador mejora desde diciembre de 2012.
El Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico difundió hoy los datos del IAE para septiembre, que registró un crecimiento del 0,5 % si se compara con el mes anterior, agosto.
El secretario de Asuntos Públicos del Gobierno de Puerto Rico, Jesús Manuel Ortiz, destacó en conferencia de prensa que se trata de la primera vez desde diciembre de 2012 que mejora ese indicador, que es reflejo de la marcha de la economía de la isla caribeña.
En cuanto a las variables con que se elabora el IAE, el empleo asalariado no agrícola el pasado mes de septiembre aumentó un 0,5 % respecto al mismo periodo de 2014, hasta 904.000 trabajadores.
La generación de electricidad alcanzó los 1,8 millones de , un incremento del 1 % respecto al noveno mes del año anterior.
El consumo de gasolina alcanzó los 317 millones de litros, un 4,6 % más que en septiembre de 2014, aunque la venta de cemento bajó un 5,3 %, el único dato negativo de los que componen el IAE.
Ortiz reconoció que, no obstante, la situación de liquidez del Gobierno es crítica y que se trabaja para evitar que el difícil momento por el que atraviesan las cuentas públicas repercuta a los empleados públicos y el servicio prestado a los ciudadanos.
"Si en algún momento se tuviera que decidir entre la gente y las otras obligaciones del Gobierno está claro que el compromiso es con la gente", dijo el funcionario para despejar dudas sobre qué pasará con los próximos vencimientos de deuda.
Las palabras de Ortiz confirman unas declaraciones de hoy del presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Jaime Perelló, que dijo que el Gobierno debe apostar por los ciudadanos en vez de por los acreedores.
Perelló dijo además que de cara a los próximos vencimientos de deuda el Gobierno no debería dudar entre pagar a los acreedores o prestar servicios a la ciudadanía.
Aseguró que el Gobierno tiene que optar por la segunda opción, ya que, afirmó, tarde o temprano tendrá que reconocerse que la deuda no se puede pagar tal y como está pactado, por lo que no quedará más remedio que negociar con los acreedores.