Madrid, 17 mar (.).- El oro, uno de los activos considerados refugio en momentos de incertidumbre como el actual, cotiza a la baja a pesar de la huida de los inversores de la renta variable, lo que, según los expertos, se explica por la búsqueda de liquidez ante una posible depresión económica.
Desde los máximos alcanzados entre finales de febrero y principios de marzo, cuando llegó a superar los 1.700 dólares la onza, el oro ha registrado una tendencia bajista que le ha llevado a perder en torno al 15 % de su valor, hasta situarse en 1.490 dólares.
Para el analista de IG Sergio Ávila, el oro ha dejado ser un activo refugio para convertirse en un activo más a vender "a medida que ha entrado el pánico entre los inversores de renta variable".
"Los inversores han vendido todo tipo de activos para mantener su dinero en efectivo debido a las crecientes preocupaciones sobre el impacto económico que va a tener el brote del coronavirus a nivel internacional", añade el experto.
En este sentido, explica que otros metales considerados materias primas industriales se han visto fuertemente golpeados ante la perspectiva de una caída en la demanda global, como ha sido el caso del platino o del paladio, y esto ha arrastrado también a fuertes ventas en el caso del oro.
"Hemos visto una venta masiva en todos los metales y en los activos refugio, lo cual muestra que el sentimiento de los operadores en el mercado sigue siendo claramente pesimista y prefieren efectivo antes que cualquier otro tipo de activo ante una posible crisis económica", concluye.
Desde XTB, el experto Joaquín Robles también considera que esta fuerte caída del precio del oro responde al hecho de que los inversores que hasta ahora descontaban un escenario de recesión a nivel global, se están empezando a temer lo peor, una posible depresión económica.
La crisis del coronavirus está provocando que las principales economías del mundo paralicen completamente su actividad económica, lo que tendrá repercusiones económicas "muy graves".
Ante este hecho, los inversores están optando por vender todo tipo de activos, incluso aquellos que tradicionalmente habían sido usados como valores refugios en momentos de incertidumbre y volatilidad, matiza el analista, para quien, en este contexto, se están aprovechando las fuertes subidas que había registrado el oro para obtener una cierta liquidez y así poder compensar posiciones perdedoras en otros activos.
También José Lizán, gestor de Magnum SICAV en Solventis, explica que lo que se está produciendo en el mercado es una búsqueda de liquidez incluso por los inversores en oro.
En los momentos de pánico que vive el mercado hasta los activos considerados refugio acaban cayendo. "Hasta lo bueno o hasta lo que debería ser refugio deja de ser refugio", precisa.
Tal y como ha ocurrido en otras crisis anteriores, los activos refugio funcionan al principio, ya que los inversores buscan "anclas" y activos seguros donde poner el dinero.
En su opinión, esos activos suelen aguantar "los primeros envites de las correcciones de los mercados" pero en una última fase, "la del pánico", acaban por bajar también.
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