Barcelona, 24 feb (.).- Los hoteleros de Barcelona esperan que el Mobile World Congress (MWC) sea el despegue de la recuperación turística de la ciudad y prevén una ocupación media del 65 %, lejos todavía de las ediciones prepandemia, si bien los establecimientos más cercanos al evento colgarán el cartel de completo, y unas tarifas ligeramente inferiores.
En una entrevista con EFE, el presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, explica que tras dos años de estar "en la miseria de la pandemia" el sector está muy animado, ya que el encuentro tecnológico será el primer evento presencial importante de la ciudad.
Por ello, los hoteleros esperan que el Mobile suponga el impulso de la recuperación turística de Barcelona, todavía muy afectada por la crisis de la covid, dada su alta dependencia del turismo extranjero, más del 80 % del total.
Clos considera que la proyección internacional que tiene el congreso hará que todo el mundo vea que Barcelona es una ciudad que funciona perfectamente y dará una imagen de "normalidad" que atraerá a los turistas.
Los meses de enero y febrero siempre son flojos en Barcelona, pero el MWC acostumbraba a impulsar las cifras de febrero con llenos casi totales y precios muy al alza.
Este año, la organización ha reservado 10.000 habitaciones, frente a las 1.000 ocupadas en la edición del año pasado, que se celebró en junio con un formato híbrido y público básicamente local, muy lejos de las de ediciones anteriores.
Si en 2019 el congreso batió su récord de asistentes, con 109.000 personas, este año la organización espera reunir a entre 40.000 y 60.000 asistentes presenciales.
Clos cree que en los días del Mobile, que se celebra entre el 28 de febrero y el 3 de marzo, la ocupación media rondará el 65 %, ya que poco a poco siguen entrando nuevas reservas, aunque los hoteles cercanos al recinto de Gran Via de Fira de Barcelona, donde se celebra el evento, estarán al 95 o al 100 %. "A medida que nos vamos alejando, los porcentajes de ocupación serán inferiores", apunta Clos.
Después de dos años de crisis y con ocupaciones del 30 % en enero y del 35 % en febrero, estas cifras son un "salto cuantitativo importantísimo", señala Clos, que sin embargo lamenta que todavía estemos lejos del "85 o 90 % de ocupación que teníamos en 2019".
Pese a que en los últimos días han abierto algunos hoteles, como el Nobu, que llevaba dos años cerrado, todavía hay un 20 % de establecimientos que siguen con la persiana bajada, debido a que no les resulta rentable estar operativos, aunque Clos prevé que en primavera prácticamente todos ya estén en funcionamiento.
El presidente de los hoteleros barceloneses no comparte ni de lejos las cifras hechas públicas por la plataforma Booking, que apunta que la ocupación superará el 90 % y que el precio medio de una estancia de tres días en la capital catalana se ha triplicado, siendo ahora de 800 euros.
Según Clos, las estadísticas del portal de reservas de viajes se hacen con un grupo de hoteles y no tienen en cuenta la ocupación ni el precio medio de la ciudad.
La media de estancia será de unos tres días, con público básicamente europeo, ya que los americanos empiezan ahora a despuntar pero el mercado asiático es prácticamente inexistente.
Los que sí tendrán ocupaciones similares a las del 2019 son los apartamentos turísticos de la ciudad, que llegarán a entre el 80 y el 90 %, pese a que los precios todavía estarán "lejos" de los de antes de la pandemia, según explica a Efe el presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur), Enrique Alcántara.
En los últimos días todavía se están recibiendo reservas para venir la próxima semana a la capital catalana, ya que la llegada de la variante ómicron las retrasó y mucha gente ha preferido esperar hasta el último momento para ver qué pasaba.
Además, Alcántara indica que en Barcelona hubo un "exceso de alarma" respecto a otras ciudades, como Madrid.
También considera que el Mobile World Congress supondrá "un punto de inflexión" y un cambio de tendencia que el sector ve como una señal de "recuperación" y "optimismo", porque marcará el inicio de la temporada con unas reservas para marzo y abril ya "interesantes".
La alta demanda de apartamentos turísticos que registra la ciudad muestra una de las consecuencias que ha traído el coronavirus y es un "cambio de tendencia", debido a que la gente cuando viaja busca espacios más amplios por si se tiene que confinar y, según Alcántara, podría ser una de las causas por la que se están llenando este tipo de establecimientos.
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