Pekín, 12 jun (.).- El primer ministro chino, Li Qiang, comienza el jueves una gira por Nueva Zelanda, Australia y Malasia en la que destaca su visita a Canberra, donde se reunirá con el primer ministro Anthony Albanese en una nueva señal del deshielo entre ambos países.
Li y Albanese ya se vieron en septiembre de 2023 en los márgenes de la cumbre de líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste asiático (Asean), tras lo cual el líder australiano visitó Pekín, encuentros en los que ambos lados limaron asperezas para estabilizar unos lazos que se habían deteriorado en 2017, cuando Canberra denunció la injerencia china en la política australiana y al año siguiente vetó las redes 5G de empresas chinas aduciendo motivos de seguridad.
A China tampoco le sentó bien que el Gobierno del entonces primer ministro, Scott Morrison (LON:MRW), solicitase una investigación internacional sobre el origen de la covid, algo a lo que Pekín respondió aumentando los aranceles a productos australianos como la cebada y el vino, entre otros.
Con la llegada del laborista Albanese, las relaciones bilaterales comenzaron a mejorar y China eliminó varias de las tarifas que había impuesto.
Según el portavoz de Exteriores chino Lin Jian, China y Australia tienen en realidad “una alta complementariedad económica" y "un futuro prometedor para la cooperación”.
La visita, que sigue a la que realizó el ministro de Exteriores, Wang Yi, en marzo, busca “fortalecer los intercambios de alto nivel, mejorar el entendimiento y la confianza, profundizar la cooperación práctica y construir conjuntamente acuerdos más maduros, estables y fructíferos”, según Lin.
Sin embargo, quedan pendientes otras cuestiones como el incidente del pasado mayo en el que un caza chino lanzó bengalas cerca de un helicóptero de la marina australiana o la condena a muerte que impuso Pekín al escritor chino-australiano Yang Hengjun el pasado febrero.
"Australia continúa manteniendo una relación estable y directa con China. Esta visita es una oportunidad para involucrarse directamente en cuestiones clave para nuestras dos naciones", comentó Albanese en la red social X.
Por su parte, expertos chinos como Chen Hong creen que la visita de Li simboliza “la vuelta a la normalidad” de las relaciones tras la “frialdad y la tensión vivida bajo el Gobierno de Morrison".
“El actual Gobierno australiano ha demostrado voluntad de mejorar las relaciones bilaterales y ha hecho esfuerzos para que vuelvan al camino correcto”, comenta Chen al diario Global Times, destacando que es "momento de volver a los negocios" tras las turbulencias políticas.
Así, ambos copresidirán la novena Reunión Anual de Líderes China-Australia y asistirán conjuntamente a una mesa redonda con empresarios para "buscar consensos para que la relación no vuelva a descarrilar y conseguir que la cooperación sea duradera y esté enfocada en la economía y el comercio”, según Chen.
Otro experto, Wang Huiyao, cita la energía limpia y la lucha contra el cambio climático como “áreas con gran potencial” y recuerda que “una buena parte del volumen del comercio de Australia depende de China".
Primera visita a Nueva Zelanda desde 2017
En cuanto a la visita a Nueva Zelanda, primera parada del viaje de Li, llega a invitación del primer ministro del país, Christopher Luxon, siendo esta la primera visita de un primer ministro chino desde 2017.
“Nueva Zelanda también cambió de gobierno el año pasado y la visita tendrá el objetivo de renovar la amistad entre ambas partes y para explorar nuevos potenciales de cooperación”, comenta Chen.
Li visitará Malasia en último lugar en un momento de alta tensión entre Pekín y Manila por la soberanía de territorios en el mar de China Meridional.
Pero, al margen de estos dos países, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunéi reclaman parte de este estratégico mar, por el que circula el 30 % del comercio global y que alberga el 12 % de los caladeros mundiales, además de yacimientos de petróleo y gas.
El año pasado, Malasia reiteró su compromiso con la "protección" de su "soberanía e intereses” en áreas marítimas en dichas aguas, si bien abogó por resolver los problemas “de manera pacífica y constructiva”.
El primer ministro malasio, Anwar Abrahim, dijo entonces que estaba abierto a “negociaciones” con China después de que Pekín mostrase preocupación por la actividad de la empresa estatal malasia de energía Petronas en una parte del mencionado mar.
Li y Anwar se verán las caras para, según el portavoz Lin, reforzar “la tradicional amistad y vecindad” entre ambos así como “profundizar y ampliar la cooperación y abrir un nuevo capítulo para los próximos 50 años de relaciones bilaterales”.