Barcelona, 9 mar. (.).- El superyate My Solaris (OTC:SPCL), vinculado al oligarca ruso Roman Abramóvich, dejó ayer martes Barcelona, donde llevaba desde finales de 2021 para ser sometido a tareas de mantenimiento en un astillero de la ciudad, según informa el portal de seguimiento de buques Marine Traffic y han confirmado a Efe fuentes del sector.
El yate ha permanecido este último año en las instalaciones de la empresa MB92, que ha rehusado comentar la información por motivos de confidencialidad.
El My Solaris es un yate de 140 metros de eslora que cuenta con motores eléctricos, medio centenar de camarotes, helipuerto, piscina y un sistema de navegación sin timón.
La embarcación, que navega con bandera de Bermudas, se botó en 2021 y a finales de ese año entró en los astilleros de MB92, que abandonó la tarde de ayer, según Marine Traffic. Se desconoce por ahora el destino del barco.
Por los astilleros de MB92 han pasado las mayores embarcaciones de lujo del mundo, algunas de ellas vinculadas a conocidos magnates rusos como el propio Abramóvich o Sergey Victorovich Chemezov, si bien las banderas de estos barcos son de conveniencia y figuran como propiedad de diversas sociedades.
Ante la invasión rusa de Ucrania, la Dirección General de la Marina Mercante del Gobierno del Estado ha pedido a los puertos españoles información sobre las embarcaciones de bandera o propiedad rusa atracados en sus instalaciones, para evaluar el impacto que tendrían las posibles sanciones en el ámbito del tráfico marítimo.
Desde MB92 han querido subrayar, en este sentido, que siempre han supervisado "la evolución de las sanciones internacionales interpuestas por las autoridades competentes" y que "el cumplimiento activo de cualquier normativa aplicable es imperativo y esencial para el Grupo MB92".
"En este momento se están analizando y monitorizando las decisiones tomadas por las autoridades de España, la Unión Europea y los Estados Unidos para comprobar su impacto en las relaciones comerciales vigentes y futuras del grupo MB92", ha señalado la compañía, que ha asegurado que "si alguna de las sanciones fuera de aplicación, se adoptarán las medidas contenidas en dichas normas".
Por el momento, el Gobierno de España recoge información del número de embarcaciones con bandera rusa o armadores rusos superiores a 24 metros que se encuentran en las instalaciones de los puertos españoles.
Y es que, a raíz de la guerra desatada por Rusia en Ucrania, la Unión Europea ha aprobado diversas sanciones que afectarían a empresarios cercanos al presidente Vladímir Putin, muchos de ellos propietarios de embarcaciones de lujo y grandes casas ubicadas en varias ciudades o comunidades españolas, principalmente Málaga, Mallorca y localidades de la Costa Brava.