Lisboa, 30 mar (EFE).- El Gobierno socialista de Portugal promovió hoy un memorando de entendimiento con los reguladores del mercado y de la banca para que en mayo haya una solución beneficiosa para los centenares de afectados que perdieron sus ahorros por el colapso del Banco Espírito Santo (BES) en 2014.
"Hay un calendario con una meta muy precisa: en el inicio de mayo tiene que haber una solución que mitigue las pérdidas que los afectados no cualificados sufrieron", manifestó hoy el primer ministro, António Costa.
Según los últimos datos, unos 2.200 clientes compraron a través del antiguo banco deuda a corto plazo del Grupo Espírito Santo (GES) camuflada de inversión segura por un valor total de unos 400 millones de euros, por la que no se han responsabilizado hasta ahora ni el BES ni las entidades supervisoras ni el Novo Banco, la escisión saneada del BES creada en agosto del 2014.
Los afectados por la quiebra de este banco han hecho decenas de concentraciones desde 2014 para exigir que alguien se haga responsable por reintegrarles sus inversiones y ahorros.
"Esperamos que sea el principio de un buen fin. Ha sido un drama que afectó a muchas personas, provocó suicidios, divorcios, muertes precoces, quiebras de empresa", dijo hoy el portavoz de la Asociación de Indignados y Engañados del Papel Comercial (AIEPC).
Además del Gobierno y de la AIEPC, firmaron el memorando de entendimiento el regulador de los mercados lusos, la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM), el Banco de Portugal (BdP) y el BES "malo", que agrega a los activos y pasivos tóxicos y cuya misión es gestionarlos e intentar recuperar una parte de ellos para devolverlos a los inversores.
El conflicto con los afectados por el papel comercial estaba también salpicando al proceso de venta del propio Novo Banco, división saneada del antiguo BES.
La AIEPC llegó a asegurar que exigiría a los futuros dueños del Novo Banco, entidad por la que compiten grandes bancos españoles, la devolución de lo invertido.
El pasado 15 de enero, se relanzó la venta del Novo Banco, creado en agosto de 2014 a partir de los activos rentables del BES y recapitalizado con 4.900 millones de euros (3.900 de fondos públicos y 1.000 de los bancos lusos).