Shanghái (China), 6 jun (.).- El endeudado gigante inmobiliario chino Country Garden busca vender su participación en el fabricante estatal de semiconductores CXMT para recaudar fondos que le permitan hacer frente a sus obligaciones y evitar así una liquidación cuya próxima vista judicial fue pospuesta este jueves hasta finales de julio.
Según el diario South China Morning Post, que cita a fuentes conocedoras de la operación, la filial de inversiones de Country Garden está buscando compradores para el 1,68 % que controla de CXMT, empresa valorada en unos 140.000 millones de yuanes (19.320 millones de dólares, 17.769 millones de euros).
Esas fuentes apuntan que la venta sería parte de la estrategia de optimización de la estructura de activos y pasivos de la compañía, sumida en una grave crisis de liquidez que le llevó a entrar en impago en octubre, al no ser capaz de hacer frente a las cantidades adeudadas de un bono extraterritorial ('offshore').
La noticia de la posible desinversión salió a la luz apenas horas después de que el grupo anunciase, en un comunicado a la Bolsa de Hong Kong -donde cotiza-, que la Justicia hongkonesa ha pospuesto del 11 de junio al 29 de julio la próxima vista sobre la petición de liquidación presentada en su contra por un acreedor extranjero.
En el documento, Country Garden no especifica si reclamó este aplazamiento ni ofrece explicaciones al respecto de la decisión.
Al cierre del primer semestre de 2023, el pasivo total de Country Garden ascendía al equivalente a unos 188.000 millones de dólares, de los que unos 35.600 millones de dólares se correspondían a bonos y préstamos bancarios.
La compañía está inmersa en negociaciones con sus acreedores para acometer un proceso de reestructuración de su deuda 'offshore', estimada en unos 16.500 millones de dólares.
El caso contra Country Garden en Hong Kong se asemeja al de Evergrande (HK:3333), contra la que falló la Justicia de la excolonia británica a finales de enero, un dictamen que abrió un largo e incierto proceso ante la duda de si será reconocido en la China continental, donde están la mayoría de sus activos, ya que el sistema judicial hongkonés está separado del chino en virtud de su estatuto de semiautonomía.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.
En los últimos meses, ante la coyuntura, el Gobierno anunció diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se marcó como prioridad la finalización de los proyectos vendidos sobre plano, asunto que preocupa a Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.
No obstante, el mercado no está respondiendo: las ventas comerciales medidas por área de suelo se desplomaron un 24,3 % en 2022 y otro 8,5 % en 2023.