Madrid, 28 jun (.).- España aspira a que en un año y medio puedan circular por su territorio vehículos con un nivel de conducción automática de al menos 3 sobre 5, lo que permitiría que los automóviles prácticamente circularan de forma autónoma, salvo determinadas limitaciones.
Así lo ha reconocido el subdirector General de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la Dirección General de Tráfico (DGT), Jorge Ordás, este martes durante la presentación de un Informe sobre Vehículo Autónomo y Conectado elaborado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Para alcanzar ese nivel 3 en la escala definida por la Sociedad de Ingenieros de Automoción -desde el 2 actual-, la DGT pretende que en seis meses se inicie la redacción de un texto legislativo que termine en un Real Decreto antes de acabar la legislatura.
En España, el 62 % de los turismos dispone de un nivel 2 de conducción automática (capaces de mantener el movimiento lateral y longitudinal del vehículo), que es el máximo permitido por el momento, pero -según datos de Anfac- el 23 % del parque automovilístico tiene el equipamiento técnico suficiente como para alcanzar el nivel 3.
En opinión de la patronal de fabricantes automovilísticos, "estamos en el momento oportuno para poner en marcha un reglamento especifico que asiente las bases para la entrada y circulación de vehículos con niveles de autonomía 4 en las carreteras españolas durante este año", como ocurre en Francia o Alemania.
El nivel 4 permitiría al vehículo conducirse de manera totalmente autónoma, sin la intervención humana, dentro de determinados entornos controlados.
Según el citado estudio, los países más favorables para la instalación y desarrollo de vehículos autónomos y conectados son Estados Unidos, Suecia y Finlandia.
España, por su parte, se encuentra en el puesto 12, aunque se sitúa líder en red de carreteras por su calidad de infraestructuras y kilómetros de vías rápidas.