París, 10 sep (.).- España es uno de los países de la OCDE para los que hay cifras comparativas en los que la brecha salarial entre hombres y mujeres ha permanecido prácticamente estancada entre 2013 y 2022, con un muy ligero incremento incluso de esa brecha para las trabajadoras con bajo nivel de estudios.
En su informe anual sobre el panorama de la educación publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) compara la evolución en 20 países (19 de sus 38 miembros y Brasil) de las diferencias de remuneración entre hombres y mujeres por niveles de estudio.
Su primera conclusión es que esa brecha se ha reducido entre 2013 y 2022 particularmente para los que tienen bajos niveles de estudios, es decir que no han llegado al último curso de la secundaria, sobre todo en Lituania (21,6 puntos porcentuales menos) y en Estonia (15 puntos).
También ha habido disminuciones importantes para ese grupo en países como Eslovaquia (9,4 puntos menos), Estados Unidos (8,2), Corea del Sur (7,2), Brasil (6,5) o Hungría (6,2 %).
Sólo hay tres países de la lista en los que en esos nueve años las mujeres con pocos estudios han pasado a ganar menos que los hombres de la misma cualificación: Luxemburgo (la brecha ha aumentado en 5 puntos porcentuales), Dinamarca (1,4 puntos) y España (0,5 puntos).
España se significa también porque igualmente se constata un casi estancamiento de la diferencia salarial entre los hombres y las mujeres con estudios universitarios y los hombres, ya que las primeras solo han recuperado en ese periodo 0,9 puntos porcentuales.
La evolución entre los 20 países sólo ha sido peor en Eslovenia (la brecha se ha agrandado en 0,1 puntos porcentuales) y, sobre todo, en Turquía (3,7 puntos).
Por el contrario, se ha recortado de forma significativa en Luxemburgo (9,9 puntos porcentuales menos), Austria (8,9), Nueva Zelanda (7,4), Estados Unidos (7,2), Brasil (5,8) o Costa Rica (4,9).
En términos generales, las mujeres con estudios universitarios en la OCDE reciben ingresos equivalentes al 77 % de los que obtienen los hombres con el mismo nivel de estudios. La diferencia es algo inferior para las que han llegado al nivel superior de secundaria (81 %) para las que no han alcanzado siquiera esos estudios (79 %).
Los autores del informe reconocen que no hay una explicación única sobre por qué persiste la brecha de género en la remuneración, sino que refleja un conjunto de factores complejos.
Entre ellos, cita la segregación en los puestos laborales, las prácticas de contratación sesgadas o la desigualdad de oportunidades en el avance de la carrera.