Colombo, 8 nov (.).- La Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC, en inglés) anunció este miércoles que proporcionará más de 550 millones de dólares en financiación a Sri Lanka para el desarrollo de una nueva terminal en el puerto de Colombo, en medio de la grave crisis económica que atraviesa el país asiático.
"La DFC anunció hoy en Colombo un préstamo de 553 millones de dólares. (...) Se destinará al desarrollo y construcción de la Terminal de Contenedores Oeste", informó en un comunicado la embajadora estadounidense en Sri Lanka, Julie Chung.
El director ejecutivo de DFC, Scott Nathan, indicó durante una conferencia de prensa con motivo del anuncio que el financiamiento "creará empleos para las comunidades locales" y servirá para apoyar el crecimiento económico de Sri Lanka "en un momento de gran necesidad".
La nueva terminal del puerto de Colombo estará diseñada para el almacenamiento de contenedores de aguas profundas, lo que ampliará la capacidad de transporte en la región del Indopacífico, agregó.
Su construcción comenzó hace dos años impulsada por la empresa india Adani Ports, que posee el 51 % de la terminal y forma parte del Grupo Adani encabezado por el multimillonario indio Gautam Adani.
Este préstamo pretende hacer frente al numero creciente de inversiones de empresas chinas en Sri Lanka, y según las autoridades estadounidense, permitirá reducir la congestión en el puerto de la capital, que desde 2021 opera al 90 % de su capacidad.
La posición geográfica privilegiada de Sri Lanka la sitúa en el centro de la creciente tensión por la expansión china en el Indopacífico, un escenario donde la India, y sobre todo Estados Unidos, buscan aliados para rebajar la influencia de Pekín.
La inversión estadounidense llegá además en un momento en que Sri Lanka vive la peor crisis financiera desde su independencia del Imperio británico en 1948, lo que le llevo a suspender hace un año sus pagos de deuda exterior después de que los habitantes de la nación isleña se vieron golpeados por una fuerte inflación de dos dígitos y la escasez crítica de combustible y alimentos, así como otros productos esenciales como medicamentos.
El país obtuvo un rescate de 3.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado marzo.
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