Ankara, 13 jul (.).- Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU vuelven a intentar este miércoles en Estambul buscar una solución a la crisis de los cereales ucranianos bloqueados en los puertos del mar Negro, que amenaza con una crisis alimentaria mundial.
La reunión en la urbe turca del Bósforo tendrá lugar a nivel de expertos militares de los países citados, así como funcionarios de Naciones Unidas en calidad de observadores, según avanzaron el martes fuentes del ministerio de Exteriores ruso citadas por la agencia Interfax y confirmadas por el gobierno turco.
"Las delegaciones militares (...) y la delegación de Naciones Unidas mantendrán conversaciones", dijo el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, en un comunicado.
Subrayó en la nota que el encuentro de hoy ha estado precedido de "un desarrollo positivo" de "trabajos diplomáticos" entre las partes implicadas, destacando entre esos esfuerzos las conversaciones que él ha mantenido con sus homólogos de Rusia, Serguéi Shoigú, y de Ucrania, Oleksiy Reznikov.
El pasado lunes, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, habló por teléfono con su homólogo ruso, Vladímir Putin, sobre este tema, al tiempo que instó a Naciones Unidas a actuar para establecer un corredor marítimo que permita exportarlos a través del Mar Negro.
Horas más tarde abordó el asunto también con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, según reveló la agencia Ukrinform.
En su comunicado de ayer, Akar se mostró confiado en que las conversaciones de Estambul tengan un resultado positivo.
"Después de todas estas reuniones, el grano que espera en los puertos ucranianos de Estambul será enviado de forma segura a los mercados internacionales por mar", afirmó.
Según los observadores, el mayor obstáculo para alcanzar un acuerdo ha sido hasta ahora el control de los barcos en su ruta hacia Ucrania, pues Moscú quiere registrarlos para asegurarse de que no transporten armas al país invadido, una exigencia que Kiev rechaza.
A su vez, la parte ucraniana pide garantías de seguridad frente a los ataques rusos si accede a eliminar las minas marinas que colocó para proteger sus puertos, donde ahora hay más de 20 millones de toneladas de cereales y semillas de girasol que no pueden salir a los mercados internacionales.
La escasez mundial de esos productos está agravada además por la de fertilizantes que se han dejado de exportar tras iniciarse el 24 de febrero pasado la invasión rusa de Ucrania.
Según alertó el martes la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), la falta de fertilizantes podría reducir la producción de cereales en la región en un 20 %.
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