Madrid, 21 nov (.).- Una mayor inversión en el desarrollo de nuevas tecnologías, más colaboración público-privada y superar las trabas administrativas y legislativas, serán clave para una transición hacia energías más limpias que garantice la soberanía energética y la competitividad, y que ayude a reducir la dependencia de terceros países.
Estas han sido las principales conclusiones de la mesa redonda 'Construyendo los pilares: infraestructuras en la transición energética', celebrada durante la última jornada del congreso Global Mobility Call, organizado por IFEMA Madrid y Smobhub, en la que expertos, empresas y administración pública han coincidido en la importancia de abordar de forma conjunta los retos que presentan los nuevos sistemas de almacenamiento, la infraestructura de las redes o la escasez de minerales críticos.
Para el jefe de departamento de Tecnologías Limpias del Ayuntamiento de Madrid, Fernando del Valle Madrigal, es necesario "repensar" el papel de la administración en todo el sistema de autorizaciones y valorar su presencia para evitar "bloquear inversiones", porque la consecuencia, ha lamentado, es "dejar de prestar servicios".
Durante el debate también se abordó el almacenamiento de la energía, una cuestión sobre la que el jefe de departamento de CIIAE, Juan M.Pérez, instó al diversificar el uso de las tecnologías y a pensar más allá del litio, metal crítico a día de hoy, optando por otro tipo de baterías, como las de sodio, de metal-aire o de flujo.
"No cerremos la puerta a este tipo de baterías (...) porque tenemos la tecnología y la capacidad suficiente para desarrollarla", ha instado, al tiempo que ha lamentado que la velocidad a la que avanza la transición energética exige tener que trabajar más rápido para poner estas nuevas tecnologías en el mercado.
No obstante, en el contexto actual "vamos a tener que recurrir de nuevo a la minería" para obtener los metales necesarios para las baterías, según ha subrayado la catedrática de la ETSI de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid Ana Méndez, dado que no hay infraestructura de reciclaje suficiente ni stock para la demanda.
En esta línea, ha subrayado la importancia no solo de poner el foco en nuevas tecnologías, sino también de hacer una "gran inversión para desarrollar procesos sostenibles y económicamente viables", así como de avanzar, ha añadido Méndez, en las infraestructuras de recogida, almacenamiento seguro, descarga y tratamiento de las baterías.
Esto podría generar, según ha indicado la directora de proyectos de SISTEM, Alicia Santos, "una fuente de negocio, de generación de trabajo y de impulso hacia otras líneas de negocio en nuestro país en la UE" aún poco explotada y "que puede ser muy interesante".
Más allá de las baterías, también es necesario invertir para ampliar la capacidad de otras alternativas que permitan avanzar en la transición energética, como lo es el vehículo industrial eléctrico (camiones o furgonetas), tal y como ha explicado el director de negocio de electromovilidad en Volvo (ST:VOLVb) Group España, David López Padilla quien considera imperativo "trabajar mucho en la infraestructura privada".
En este sentido, para conseguir "electrificar en mayor medida la infraestructura que tenemos hoy", es imprescindible la cooperación entre fabricantes, transportistas y administración pública, ha concluido.