San Salvador, 30 nov (EFE).- El Gobierno del presidente Mauricio
Funes presentó hoy a la Asamblea Legislativa salvadoreña un proyecto
de reforma fiscal con el que pretende recaudar anualmente entre 220
y 250 millones de dólares.
El ministro salvadoreño de Hacienda, Carlos Cáceres, presentó el
documento para la consideración de los diputados, después de una
serie de consultas con empresarios, sindicatos y organizaciones
sociales.
Según fuentes oficiales, la reforma aumentará la tasa impositiva
de bebidas alcohólicas, tabaco, armas y municiones, así como para la
primera matrícula de los vehículos y las comisiones de las
aseguradoras, y gravará los intereses generados por depósitos
bancarios superiores a 20.000 dólares.
No aumentará, sin embargo, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o
el de Renta.
La propuesta incluye la creación de tribunales de justicia
fiscales y una serie de aspectos administrativos y contables para
impedir la evasión de impuestos de las empresas.
Funes ha insistido en que la reforma servirá para acrecentar los
ingresos estatales, y que combatirá la evasión fiscal y el
contrabando.
Cáceres enfatizó que las reformas afectarán a "sectores que
tendrían que haber pagado" más impuestos y que no lo hicieron,
porque "encontraron vacíos legales y mecanismos" para evadir al
fisco.
"No apoyar el programa de reforma fiscal significa dejar de lado
la atención a los problemas de la población más pobre, más
vulnerable", expresó el funcionario, que llamó a los diputados a
aprobar con prontitud la iniciativa del Gobierno.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de la
Empresa Privada (ANEP), Carlos Enrique Araujo, expresó su oposición
a la reforma fiscal, al indicar que "el país no atraviesa por un
momento adecuado" para implementarla.
"Si bien compartimos la necesidad de incrementar la carga
tributaria, ANEP propone que sea de un pacto fiscal que reactive la
economía y que establezca mecanismos que incentiven la inversión y
la generación de fuentes de empleo", declaró Araujo a medios
locales.
Al respecto, Cáceres respondió que "para muchos sectores nunca
hay una oportunidad para un proceso de reforma que los obligue a
pagar o a tener una contribución solidaria más allá de la que ellos
están acostumbrados".
Los empresarios se han reunido en las últimas semanas con el
ministro Cáceres y el secretario técnico de la presidencia,
Alexander Segovia, para expresar sus críticas a algunos puntos del
paquete de reformas, varias de las cuales, según el Gobierno, fueron
incluidas en el proyecto.
Expertos prevén que el déficit fiscal de El Salvador alcance
alrededor de los 700 millones de dólares, un 5,6 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB).
La crisis económica internacional provocó entre enero y octubre
de este año una baja del 10 por ciento en las remesas que envían a
sus familiares los salvadoreños residentes en el extranjero, y una
caída del 17,6 por ciento en las exportaciones. EFE