Bangkok, 3 mar (.).- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha firmado una orden ejecutiva para comenzar a producir energía nuclear y reducir la dependencia del carbón después de un intento fallido que terminó con una central construida y nunca utilizada en la década de los ochenta.
La orden, publicada este jueves y firmada por Duterte cuatro meses antes de finalizar su mandato único como presidente, prevé valorar la apertura de la central nuclear de Bataan, que fue la primera del Sudeste Asiático cuando se terminó bajo el régimen del dictador Ferdinand Marcos en 1984 y que nunca llegó a entrar en funcionamiento.
"El Gobierno nacional se compromete a introducir la energía nuclear en el mix energético del Estado (...) El Estado deberá asegurar el uso pacífico de la tecnología nuclear", señala la orden.
La apuesta por la energía nuclear podría permitir a Filipinas superar sus frecuentes problemas de abastecimiento eléctrico, con cortes frecuentes en el suministro y uno de los precios más altos de la zona.
Si se reactivara la central de Bataan después de cuatro décadas inactiva, se convertiría en la primera central nuclear operativa en el Sudeste Asiático, donde sólo Indonesia, Vietnam y Malasia tienen reactores nucleares para la investigación.
Tras completarse en 1984, nunca llegó a entrar en funcionamiento y fue cerrada por orden de la presidenta Corazón Aquino (1986-92) después de que los Marcos tuvieran que exiliarse tras una revolución popular pacífica y del desastre nuclear de Chernóbil en 1986.
Sin embargo, las autoridades han seguido manteniendo la estructura, que desde hace una década se ha convertido en un atractivo turístico de una región conocida por sus playas relativamente cercanas a la capital, Manila.
La orden de reactivar la energía nuclear en el país se produce a falta de dos meses para los comicios presidenciales del 9 de mayo, en los que el hijo de Marcos, Ferdinand "Bongbong" Marcos, encabeza los sondeos con una amplia ventaja sobre sus rivales.
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