Helsinki, 16 ene (.).- El Servicio de Aduanas de Finlandia anunció este jueves que no ha encontrado indicios de que el petrolero Eagle S cometiera ningún delito al introducir en aguas territoriales finlandesas combustible ruso sujeto a las sanciones internacionales, por lo que no iniciará una investigación penal al respecto.
El Eagle S fue retenido por la Guardia Costera finlandesa hace tres semanas cuando transportaba unas 35.000 toneladas de gasolina sin plomo y de diésel de Rusia a Egipto, como sospechoso de haber causado con su ancla la rotura de cinco cables submarinos en el mar Báltico.
"Según las entrevistas realizadas durante la investigación preliminar, el barco entró en aguas territoriales finlandesas a petición de las autoridades finlandesas, por lo que no se puede considerar que la tripulación introdujera intencionadamente el combustible en aguas territoriales finlandesas infringiendo la legislación sobre sanciones", señaló el Servicio de Aduanas en un comunicado.
No obstante, el organismo explicó que continuará con la investigación administrativa sobre el asunto y mantendrá incautado el combustible "hasta nuevo aviso", ya que cree que el buque podría haber violado la prohibición europea de transportar productos petrolíferos rusos por vía marítima impuesta en 2023.
Las autoridades finlandesas consideran sospechosos de la rotura del cable eléctrico submarino Estlink 2 y cuatro cables de telecomunicaciones a nueve de los 24 miembros de la tripulación del Eagle S, registrado en las Islas Cook y propiedad de una naviera de Dubái.
Los nueve tripulantes, de nacionalidad georgiana e india, están siendo investigados por dos presuntos delitos de sabotaje y de interferencia en las telecomunicaciones y tienen prohibido abandonar el país.
Las autoridades finlandesas mantienen confiscado el buque mientras continúan las investigaciones y además han prohibido que vuelva a navegar hasta que la naviera propietaria repare las graves deficiencias detectadas en el petrolero durante una inspección rutinaria.
También han requisado el ancla con la que presuntamente se dañaron los cables submarinos y que fue hallada la semana pasada en el fondo marino junto a las marcas de la maniobra de arrastre.
Caravella LLC, la naviera propietaria, solicitó a la Justicia finlandesa a través de un abogado finés especializado en derecho marítimo que devuelva el ancla y ordene la liberación del petrolero, pero el Tribunal de Distrito de Helsinki desestimó ambas peticiones.