París, 28 nov (.).- El Gobierno francés trabaja en un proyecto para extender el modelo de trenes de cercanías que existe en París a una decena de grandes ciudades del país para desarrollar el transporte público frente a los desafíos ecológicos, una idea que en cualquier caso tardará años en concretarse.
"Son proyectos que tardan años", reconoció este lunes el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, en una entrevista a la emisora France Inter en la que se dijo que la idea es que pueda haber más rotación de los trenes regionales para que se ofrezca un servicio regular, como ocurre con el llamado RER (Red Exprés Regional) en Ile de France, donde está París.
Véran reaccionaba a un anuncio del presidente, Emmanuel Macron, que en un mensaje en YouTube manifestó su voluntad de "desarrollar una gran ambición nacional" para cumplir con su "ambición ecológica" y que consistiría en "desarrollar una red de RER, una red de trenes urbanos" en diez grandes ciudades.
Ni Macron ni Véran precisaron cuáles serían esas ciudades, pero se da por hecho que estarían entre otras Lyon, Marsella, Lille, Burdeos, Estrasburgo, Rennes o Toulouse.
Según el portavoz del Ejecutivo, uno de los principales objetivos sería que muchas personas que utilizan el coche privado para desplazarse en esas zonas pasen al ferrocarril al saber que habrá un tren con regularidad, como ocurre con los tranvías o con los metros.
En 2020, la compañía ferroviaria estatal SNCF había presentado un esquema director con un plan para desarrollar nuevos servicios metropolitanos a la entonces ministra de Transportes, que es la actual primera ministra, Élisabeth Borne.
Más allá de este proyecto de largo plazo, el asunto de actualidad candente en el transporte público en Francia es la posibilidad de que la región de París aumente de forma muy significativa los precios de los abonos y de los billetes del transporte metropolitano a partir de enero debido a los problemas de financiación.
Preguntado sobre la posibilidad de que el abono mensual más corriente (Pass Navigo) aumente un 20 % hasta 90 euros, Véran dijo que "no es el buen momento", en particular "para una subida tan fuerte".
El portavoz destacó que la fijación de esas tarifas -también se habla de subir el billete de metro de 1,90 euros a 2,30- "es una competencia de la región" y no del Gobierno central, aunque mostró su disposición a discutir con la presidenta de Ile de France, la conservadora Valérie Pécresse, sobre las dificultades financieras de la empresa regional de trasportes, RATP.