Freeport-McMoRan (NYSE:FCX), un importante productor de cobre, está incrementando significativamente su producción en tres continentes y ha decidido no sumarse a la actual tendencia de adquisiciones en la industria minera. Esta estrategia busca capitalizar el aumento previsto en la demanda de cobre, que según la Agencia Internacional de Energía, crecerá al menos un 60% para 2050. Los analistas de Jefferies pronostican un aumento de más del 40% en el precio del cobre en los próximos dos años.
El cobre, ampliamente utilizado en sectores como la electrónica, la construcción y la automoción debido a su excelente conductividad eléctrica y maleabilidad, ha consolidado su importancia en la economía global. Sin embargo, el establecimiento de nuevas minas de cobre se ha vuelto cada vez más desafiante, enfrentando resistencia de grupos ambientalistas, comunidades indígenas y locales.
Mientras competidores como BHP, Rio Tinto y Glencore buscan activamente adquisiciones para aumentar su producción de cobre, Freeport se centra en expandir sus minas existentes. Kathleen Quirk, CEO de Freeport desde junio, enfatiza el enfoque de la compañía en maximizar el valor de sus activos actuales sin incurrir en gastos excesivos por adquisiciones.
Freeport, con sede en Phoenix y responsable del 9% del suministro mundial de cobre, está implementando un enfoque innovador para producir 362.873,76 toneladas de cobre anuales para 2027 mediante técnicas de lixiviación en roca de desecho en sus minas estadounidenses. Se espera que este método sea un tercio más económico que la minería tradicional de roca dura y no requiera fundición para el procesamiento. La compañía considera que esta alternativa es más rentable que invertir 9.090,91 millones de euros en una nueva mina.
Además del proyecto de lixiviación, Freeport cuenta con otros cuatro proyectos de expansión que podrían agregar más de 453.592,20 toneladas de cobre a su producción anual. Esto incluye un aumento de más de 226.796,10 toneladas para 2025 solo en Estados Unidos. La empresa también busca extender sus derechos mineros en Indonesia más allá de 2041, planeando negociar con el próximo presidente indonesio y contando con la participación del presidente Richard Adkerson.
En Chile, Freeport se prepara para solicitar la expansión de la mina El Abra, tras un período de incertidumbre regulatoria. La CEO Quirk ha expresado optimismo sobre el clima de inversión mejorado bajo el mandato del presidente Gabriel Boric.
Las acciones de Freeport han subido un 30% en el último año, reflejando la confianza de los inversores en los planes de crecimiento de la compañía. Con un sólido respaldo de los analistas, Freeport es vista favorablemente por inversores como Derek Bone del Optica Rare Earths & Critical Materials ETF.
Ante los desafíos de reclutamiento en la industria, Freeport está adaptándose mediante el despliegue de camiones autónomos en Estados Unidos. Quirk aspira a atraer el mejor talento a la industria, destacando la creciente necesidad de metales en la economía futura.
La estrategia de Freeport se alinea con las necesidades de sus clientes, que están aumentando su uso de cobre. Por ejemplo, Nvidia anunció en marzo que utilizaría cables de cobre para centros de datos de IA, indicando una tendencia positiva para la demanda de este metal.
En resumen, el enfoque de Freeport en expandir las operaciones existentes y aprovechar métodos de producción innovadores posiciona a la compañía para beneficiarse de la creciente demanda de cobre, un elemento esencial para la transición hacia energías limpias.
Reuters contribuyó a este artículo.
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