Lisboa, 18 nov (.).- La huelga general de la Función Pública que protagonizan hoy los funcionarios portugueses en demanda de mejoras salariales y laborales ha logrado paralizar colegios, centros sanitarios y administraciones y avanza con un seguimiento próximo al 80 %, de acuerdo con los organizadores.
La convocatoria registra "buenos indicadores de adhesión", de entre un 60 % y un 90 % en función de los sectores y las regiones, según el Frente Común de Sindicatos de la Función Pública.
La primera huelga convocada desde que el socialista António Costa asumió el Gobierno con mayoría absoluta, afecta a múltiples sectores, desde la recogida de basuras, a la atención en administraciones públicas, centros sanitarios y colegios.
La protesta ha sido organizada por el Frente Común de Sindicatos de la Función Pública, adscrita a la Confederación General del Trabajo (CGTP), la mayor central sindical de Portugal, y cuenta con el apoyo de organizaciones de enfermeros y profesores.
Los sindicatos reclaman al Gobierno mejoras en las carreras profesionales, en las condiciones de trabajo y subidas que compensen la pérdida del poder adquisitivo agravada por la inflación, que en octubre escaló en Portugal hasta el 10,2 %.
La movilización se desarrolla una semana antes de la aprobación de los presupuestos del Estado para 2023, que contemplan incrementos de hasta el 3,6 % para los empleados públicos.
"El Gobierno no respondió a los problemas que presentamos, especialmente a la necesidad de compensar la pérdida salarial por la inflación", denunció Sebastião Santana, coordinador del Frente Común, en una entrevista con el canal RTP.
El dirigente sindical no descartó nuevas protestas. "Está en manos del Gobierno", dijo.
Las protestas de funcionarios se sucedieron durante los sucesivos gobiernos liderados por el socialista António Costa, desde su primera legislatura, en 2015.
La huelga de hoy, de 24 horas, concluirá este viernes a medianoche.
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