Quito, 12 ago (.).- Las gasolinas de mayor consumo de Ecuador volverán a experimentar un incremento en su precio por tercera vez desde que a finales de junio el Gobierno redujo los subsidios que mantenían sus precios congelados, según anticipó este lunes la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo del Ecuador (Camddepe).
De acuerdo al presidente de Camddepe, Ivo Rosero, el nuevo precio de las gasolinas Extra y Eco País, ambas de 85 octanos, pasará esta semana de 2,753 dólares a 2,766 dólares por galón (3,78 litros).
Con la medida emprendida por el Gobierno del presidente Daniel Noboa, estos carburantes pasaron a finales de junio de costar 2,47 dólares a 2,72 dólares por galón, mientras que a mitad de junio se incrementaron nuevamente a 2,75 dólares por galón.
Si bien en el momento de aplicar la medida el Gobierno dijo que los dos combustibles pasaban a equipararse en precios con gasolinas similares en otros países de Latinoamérica, Rosero señaló en medios locales que según la banda de precios de Petroecuador el valor internacional de la Extra es de 2,99 dólares por galón y de la Eco País de 3,04 dólares.
La reducción de los combustibles no contempla una liberalización completa de su precio, pues el Gobierno estableció una banda de estabilización de precios mediante la que los precios de la Extra y Eco País no pueden subir más de un 5 % al mes ni tampoco bajar más de un 10 %.
A ello se suma un programa de compensación para el sector de transportistas que abarca un grupo de unos 84.000 vehículos, quienes recibirán transferencias económicas del Gobierno para cubrir este aumento y así mantener los precios para los usuarios.
Noboa ha emprendido así una reforma sobre las subvenciones a los combustibles que ya intentaron acometer los presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023), sus dos predecesores en el cargo, quienes tuvieron que dar marcha atrás ante sendas fuertes olas de protestas lideradas por el movimiento indígena.
Tanto en esas dos ocasiones como ahora, esta medida se da bajo grandes programas crediticios aprobados por el Fondo Monetario Internacional (FMI). En esta ocasión, la institución financiera aprobó recientemente un desembolso de 4.000 millones de dólares en un plazo de cuatro años.
A diferencia de sus predecesores, Noboa solo ha disminuido los subsidios de las gasolinas, que suponen un gasto estatal de unos 644 millones de dólares al año, pero ha mantenido las subvenciones para el diésel y el gas, que suponen aproximadamente la mitad de los 3.000 millones de dólares al año que el Gobierno destina a subsidiar combustibles.
Con esta medida, entre otras reformas impopulares como la subida del impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 15 %, busca equilibrar el déficit fiscal que tuvieron las cuentas públicas el año pasado, que alcanzó alrededor de los 4.800 millones de dólares, equivalente a cerca del 5 % del producto interior bruto (PIB).
Hasta el momento, se han registraron en julio protestas aisladas convocadas por sindicatos y colectivos sociales de izquierda.