Valencia, 03 feb (.).- El presidente de CaixaBank (BME:CABK), José Ignacio Goirigolzarri, ha afirmado este viernes que la subida abrupta de los tipos de interés tendrá efectos en el medio plazo en los volúmenes de negocio, sobre todo el crédito, en los niveles de morosidad y en una mayor presión sobre los costes.
El escenario que ha planteado Goirigolzarri para este año -durante la presentación de resultados- indica un Euríbor a 12 meses en el 3,5 % en 2023 y en el 3 % en 2024, mientras que la inflación se situará en el 4,2 % y en el 2,6 %, respectivamente.
Ha considerado que el ejercicio será complejo y con muchas incertidumbres, pero el ambiente generalizado en los últimos meses es más positivo.
Tras señalar que lo raro ha sido que en Europa haya habido tipos negativos desde 2016, ha afirmado que se está en un proceso de normalización, en el que se ha producido una subida abrupta que puede traer preocupación; pero, de momento, no se ha registrado ningún incremento de la morosidad contable ni en impagos, sino al contrario, se ha visto cierta mejora.
Desde febrero de 2022, con la invasión de Ucrania, se está esperando un deterioro de la morosidad que no acaba de verse y que podría no registrarse en este primer trimestre del año, ha explicado el consejero delegado, Gonzalo Gortázar.
Al respecto, Goirigolzarri ha expresado su deseo de que no ocurra en este primer periodo.
CaixaBank está “preparada” ante cualquier contingencia y en la anterior crisis, ha recordado su presidente, abordó la readecuación de las hipotecas.
Asimismo, ha recordado que, hace un mes, se alcanzó un acuerdo entre el sector financiero y el Gobierno sobre el Código de buenas prácticas, que, en el caso de CaixaBank, ha registrado 820 peticiones a 31 de enero, frente a la media de un centenar que había anteriormente.
El sistema hipotecario ha funcionado bien, el 76 % de las familias españolas ha tenido acceso a la vivienda, aunque se modificó para darle mayor seguridad jurídica con el cambio de la ley de crédito inmobiliario, que se incluye en el Código de buenas prácticas, ha precisado.
Respecto al incremento de los costes, la previsión apunta a un crecimiento de entre un 5 y un 6,4 %, hasta los 6.400 millones de euros este año, ha precisado Gortázar.
Espera que, como consecuencia del aumento moderado de la morosidad, el coste de riesgo aumente del 0,25 % al cierre del año, para situarse hasta un máximo por debajo del 0,40 % a final del ejercicio. En 2022 el banco cerró con un nivel récord de morosidad del 2,7 %.
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