Los mercados bursátiles estadounidenses podrían experimentar una revalorización en las próximas cuatro semanas, según los analistas de Goldman Sachs que hablaron el lunes. Mencionaron patrones favorables en el análisis técnico bursátil y un aumento de las compras de acciones por parte de las empresas como factores coadyuvantes.
"La probabilidad de que los precios de las acciones suban es significativa, y las razones para ser pesimista sobre el mercado bursátil a la hora de ir a una reunión social el Día del Trabajo no son de peso", escribieron los analistas en un mensaje a sus clientes.
Los analistas observaron que los fondos que toman decisiones de inversión en función de las tendencias han ajustado sus posiciones, pasando de estar 450.000 millones de dólares a favor de la bolsa en julio a 250.000 millones en la actualidad, y están en pleno proceso de aumentar su apalancamiento inversor. Además, Goldman Sachs destacó la posibilidad de una oleada sustancial de compras en el mercado bursátil por parte de los asesores de negociación de materias primas (CTA), que podría producirse independientemente de si el mercado evoluciona al alza o a la baja.
Su análisis sugiere que si el mercado se mantiene estable o sube, podríamos ver una entrada de aproximadamente 27.000 millones de dólares en las acciones estadounidenses, mientras que un mercado que baje podría seguir atrayendo unos 22.900 millones de dólares en inversiones.
Además, se han dado cuenta de que los fondos que ajustan sus inversiones en función de la volatilidad del mercado están vendiendo sus posiciones protectoras en opciones, como muestra el índice VIX, que mide la volatilidad del mercado y que recientemente ha registrado el mayor descenso de nueve días jamás registrado.
Los inversores vuelven a tomar posiciones que se beneficiarán de la estabilidad de los precios de las acciones. Estos indicadores se ven reforzados por la demanda de las empresas, con una capacidad de inversión diaria estimada de 6 620 millones de dólares hasta que finalice el periodo de restricción para que los iniciados en las empresas compren acciones el 13 de septiembre, según el informe.
Sin embargo, también advierten sobre el periodo posterior al 16 de septiembre, señalando que, históricamente, la segunda quincena de septiembre suele ser la peor del año para la negociación.
De cara al futuro, los analistas mantienen una perspectiva positiva para el índice bursátil S&P 500, sugiriendo que podría alcanzar un valor de 6.000, siendo noviembre y diciembre meses especialmente importantes para su crecimiento.
Del mismo modo, los recientes indicadores económicos y los informes de resultados de las empresas han reforzado la creencia de JPMorgan Chase & Co. en un aumento continuado del valor de las acciones estadounidenses hasta finales de año.
El banco señaló la semana pasada los acontecimientos que respaldan una visión positiva, entre ellos las señales de crecimiento económico, las tendencias favorables de los beneficios de las empresas y la expectativa de que la Reserva Federal de EE.UU. aplique políticas de apoyo a la economía.
"Aunque el potencial de ganancias del mercado bursátil no es tan elevado como cuando expresamos por primera vez esta opinión a principios de año, sigue existiendo un considerable potencial de crecimiento", declaró JPMorgan, añadiendo que el S&P 500 podría alcanzar nuevos máximos seguidos de un fuerte rendimiento en el último trimestre del año.
El estudio de JPMorgan indica un aumento medio del 4,2% en el índice de referencia bursátil estadounidense durante el último trimestre del año, basándose en datos de las dos últimas décadas.
Entre los posibles factores que podrían poner en entredicho sus perspectivas positivas se encuentran las cifras de inflación de Japón, los acontecimientos internacionales que podrían afectar a los precios del petróleo, las elecciones estadounidenses, los cambios en las declaraciones públicas de la Reserva Federal y un comportamiento históricamente más débil del mercado en determinados momentos del año.
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