Barcelona, 1 mar (.).- La multinacional de hemoderivados Grifols (BME:GRLS), que ayer se desplomó en bolsa tras presentar los resultados de 2023, espera que la generación del flujo de caja se recupere este 2024 y llegue a los 5 millones, tras cerrar en negativo el año pasado (-189 millones).
El flujo de caja libre antes de extraordinarios se situará además este año en 485 millones, frente a los 56 millones del ejercicio pasado.
La compañía ha informado este jueves de estas previsiones en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en un momento difícil por las nuevas turbulencias a las que hace frente y la preocupación de los analistas por el flujo de caja.
En su comunicado, Grifols asegura que el flujo de caja se aceleró en 2023 por "el fuerte impulso del negocio" y que, en particular, el flujo de caja libre se aceleró en la segunda mitad del año pasado.
En 2024, la firma espera "que la generación de flujo de caja operativo antes de partidas extraordinarias aumente en cerca de 500 millones, alcanzando aproximadamente 900 millones, principalmente impulsado por una mejora en el ebitda y un menor consumo de capital de trabajo".
La compañía detalla que el flujo de caja libre se verá "temporalmente afectado" en 2024 por el capex (las inversiones en bienes de capital que crean beneficios) de crecimiento extraordinario relacionado con el acuerdo preexistente con ImmunoTek GH, LLC.
Si se excluyen extraordinarios, el flujo de caja libre asciende a 485 millones de euros en 2024.
En 2023, el flujo de caja libre antes de extraordinarios fue de 56 millones, mientras que el flujo de caja final fue negativo (-189 millones).
Para los próximos años, el fabricante de hemoderivados espera una mejora "significativa" de su capacidad para generar flujo de caja positivo gracias a la mejora en el flujo de caja operativo y a la contención de capex e inversiones.
Así, en el período 2025-2027, Grifols prevé generar flujo de caja libre (antes de dividendos) en el rango de 2.000 a 2.500 millones de euros.
La multinacional con sede en Barcelona cerró 2023 con un beneficio neto de 59 millones, un 71,6 % menos que el año anterior por el coste de la reestructuración en la que está inmersa, mientras que los ingresos se elevaron hasta cifras de récord (6.592 millones), en unas cuentas que todavía esperan ser auditadas.
Tras el anuncio de los resultados, las acciones en bolsa de la compañía cayeron un 35 % aunque esta mañana ha rebotado el 16 % a primera hora.