Los analistas de mercado de HSBC Global Research han calificado las acciones británicas de "descuidadas, inapropiadas e infravaloradas", atribuyendo esta situación a varios factores importantes.
El atractivo del mercado bursátil británico ha disminuido tanto para las potenciales ofertas públicas iniciales como para las empresas existentes, informan los analistas de HSBC. Creen que ha influido una combinación de factores económicos más amplios, como la composición de los índices bursátiles británicos y las tendencias mundiales de los tipos de interés de la deuda pública. Sin embargo, afirman que "la causa principal, en nuestra opinión, se deriva de los resultados imprevistos de la política gubernamental y los cambios normativos de los últimos años", escribió el equipo de HSBC.
La decisión adoptada en 1997 por el Gobierno laborista de suprimir la devolución de impuestos por dividendos redujo significativamente los ingresos de los planes de pensiones que prometen un pago determinado (planes de BD) en unos 5.000 millones de libras esterlinas cada año, lo que supuso una presión financiera adicional para que las empresas financiaran estas pensiones.
Este cambio de política desencadenó una cadena de repercusiones negativas, como el empeoramiento de los déficits de las pensiones a medida que disminuían los tipos de interés de los bonos, lo que llevó a la insostenibilidad de los planes de pensiones de reparto.
A principios de la década de 2000, la creación de un organismo regulador de las pensiones fue un acontecimiento notable, que desalentó aún más la inversión en acciones. El regulador exigió que los planes de pensiones de reparto ajustaran sus obligaciones financieras "a las características, el calendario y la duración de los pagos de pensiones previstos", según su sitio web oficial.
Siguiendo este requisito, los planes de pensiones han desplazado sistemáticamente sus inversiones de las acciones a los bonos durante los últimos veinte años, observó HSBC.
Para el año 2022, la proporción de acciones británicas en manos de fondos de pensiones y compañías de seguros había caído del 52% en 1990 a sólo el 4%, lo que indica una retirada masiva de aproximadamente 1,9 billones de libras esterlinas del mercado de valores del Reino Unido, según informó la Capital Market Industry Taskforce.
"Con esta situación, no es de extrañar que las acciones británicas no se hayan comportado tan bien como otros mercados líderes durante muchos años", señalan los analistas de HSBC.
Los analistas de HSBC también destacan otros problemas estructurales a los que se enfrenta el mercado bursátil británico, como su menor importancia en los índices mundiales. Por ejemplo, la participación del FTSE UK en el índice FTSE All World ha disminuido del 10% en 2000 a alrededor del 4% en la actualidad.
Además, la fuerte concentración del índice FTSE 350 en sectores como Servicios Financieros, Energía e Industrias Básicas, sensibles a las variaciones de los precios de las materias primas y los tipos de interés, introduce un riesgo adicional. En cambio, el sector tecnológico sólo representa el 1,3% del índice.
"En última instancia, dado que los fondos de pensiones de reparto nacionales han perdido en gran medida el interés por las acciones británicas, el mercado británico depende en gran medida de las perspectivas de los inversores extranjeros, especialmente de los estadounidenses", indica el equipo de HSBC.
"Los fondos de inversión estadounidenses son los mayores tenedores después de los radicados en el Reino Unido. El problema es que un número significativo de valores británicos no satisfacen los criterios mínimos de capitalización bursátil y liquidez", continuaron.
De cara al futuro, los estrategas ven tres señales positivas para el mercado británico.
En primer lugar, según cualquier medida estándar de valor, el mercado británico tiene un precio bajo, lo que no sólo reduce el potencial de pérdidas, sino que también podría fomentar más compras y fusiones de empresas. En segundo lugar, los fondos de pensiones británicos han agotado sus activos negociables, eliminando de hecho un exceso de oferta persistente en el mercado. Por último, las actuales condiciones de subida de los tipos de interés de los bonos, el aumento de los precios de las materias primas y el fortalecimiento de la divisa estadounidense "son actualmente beneficiosas para los mercados británicos", afirmaron los estrategas.
En cuanto a la estrategia sectorial, los analistas de HSBC sugieren un enfoque equilibrado, favoreciendo una mezcla de valores cíclicos y no cíclicos en su cartera recomendada. Reconocen que las expectativas actuales del mercado pueden ser demasiado positivas; sin embargo, un cambio favorable en la fabricación mundial y unos precios más altos de las materias primas podrían apoyar a ciertas industrias cíclicas.
"Seguimos favoreciendo el índice FTSE 250 frente al FTSE 100, aunque es una decisión muy reñida, ya que la mayoría de los riesgos asociados a esta preferencia se han puesto de manifiesto en los últimos meses", concluyen los estrategas.
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