MADRID (Reuters) - Iberdrola anticipó el miércoles que cerrará el ejercicio con unos resultados operativos mejores de lo que esperaba tras superar las expectativas del mercado en el ebitda de los nueve primeros meses de 2014 a pesar del efecto negativo de la reforma eléctrica en España.
Además, destacó que ya en 2014 su deuda se situará por debajo del objetivo a medio plazo de 25.000 millones de euros, excluyendo el déficit de la tarifa eléctrica correspondiente a 2013, que espera poder sacar de su balance este mismo año y que ya no tendrá el aval del Estado.
En una línea similar a la mostrada la víspera por directivos de Endesa, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, dijo ante analistas que están negociando con el Gobierno español un mecanismo que les permita ceder a la banca a finales de año los derechos de cobro sobre 1.084 millones de déficit tarifario.
"La expectativa es que durante diciembre el real decreto que estamos negociando con el Gobierno nos permita venderlo a los bancos".
Iberdrola destacó que, una vez excluido el déficit y otras partidas regulatorias pendientes de cobro, su deuda neta se sitúa ya por debajo del objetivo a medio plazo de 25.000 millones de euros, aunque incluyendo estos conceptos se ubicó 26.253 millones de euros al 30 de septiembre.
Galán indicó que la deuda, caballo de batalla para la mayoría de apalancadas compañías del Ibex en los últimos años, ya no era una preocupación para Iberdrola y que los fondos de eventuales desinversiones no se destinarían a reducir el pasivo como en el pasado.
El directivo no desveló sus cartas en materia de expansión corporativa en la conferencia con analistas en un momento en el que se especula con operaciones en Estados Unidos y la venta de algunos activos en España.
"Como dijimos en nuestro día del inversor, estamos continuamente analizando oportunidades en el marco de nuestra política de rotación de activos", dijo.
NEGOCIO TRADICIONAL ENJUGA LOS PLATOS ROTOS DE LA REFORMA
La sólida marcha de sus negocios liberalizados de electricidad y gas ayudaron al grupo vasco a absorber el impacto de la reforma eléctrica en el área de renovables y el efecto negativo de la sequía en Brasil.
Iberdrola cerró los nueve primeros meses del año con un crecimiento del 1,4 por ciento en el resultado operativo bruto (ebitda), que superó ligeramente las expectativas de los analistas consultados por Reuters con una cifra de 5.211 millones de euros.
En el fondo de la tabla, los ajustes de valoración de activos e ingresos fiscales extraordinarios que contabilizó en el mismo periodo de 2013 propiciaron una caída del 19,5 por ciento a 1.831 millones en el beneficio neto, que estuvo en línea con las previsiones del mercado.
Las cuentas a septiembre de Iberdrola, que mantiene su política de dividendo, no provocaban grandes movimientos en las acciones de la compañía, que cotizaban sin cambios a 5,399 euros a las 1122 hora local en un mercado levemente bajista.
"Podría haber cierta reacción positiva en el mercado a un dato de ebitda por encima de la media del consenso pero en nuestra opinión será limitado", dijeron analistas de Banco Sabadell en un informe para clientes.