Por Jose Elías Rodríguez
MADRID (Reuters) - Iberdrola (MC:IBE) aprovechó el miércoles el anuncio de sus cuentas semestrales, que superaron ligeramente las expectativas, para enviar un mensaje de tranquilidad sobre el Reino Unido después de que los británicos sorprendiesen al mundo el pasado junio votando a favor de romper con la Unión Europea.
Una política de cobertura de divisas conservadora (con toda la aportación al beneficio en libras cubierta para este año), el alto componente regulado de su negocio británico y el mayor peso del dólar en la cesta de divisas del grupo (29% vs 23% en libras) tras la compra del grupo estadounidense UIL permiten a Iberdrola afrontar con garantías los objetivos financieros para 2016.
"Lo que es seguro es que este año las cosas están totalmente cubiertas y el año que viene ya veremos la situación para llevar a cabo también las coberturas necesarias", dijo su presidente, Ignacio Sánchez Galán en la teleconferencia con analistas.
Iberdrola obtiene cerca de la cuarta parte de su beneficio operativo bruto (Ebitda) en el Reino Unido y, aunque reconoce que la caída de la economía británica que acarreará el brexit podría afectar al consumo de electricidad, se considera protegida porque sus negocios regulados y de renovables representan más de las tres cuartas partes del resultado y tienen marcos retributivos ligados a la inflación, que debería subir con la depreciación de la libra.
OPERATIVA MEJORA A JUNIO Y MANTIENE OBJETIVO ANUAL
El grupo vasco anunció antes de la apertura que su ebitda creció un 1,4 por ciento a 3.892 millones en los seis primeros meses del año, frente a los 3.815 millones de euros que esperaban de media los analistas consultados por Reuters[nL8N1A50ZI], gracias a la contribución de sus redes y la fuerte producción hidroeléctrica del negocio liberalizado en España.
Estos factores compensaron una caída del 26 por ciento en la producción renovable en Reino Unido y permiten al grupo mantener el objetivo de un crecimiento del ebitda de alrededor del 5 por ciento este año.
El beneficio neto del grupo vasco cayó un 3,3 por ciento a 1.457 millones de euros, también superior a las previsiones, ante la ausencia de elementos extraordinarios, aunque Iberdrola espera cerrar el 2016 con un crecimiento superior al del ebitda. "Será significativamente superior", dijo Galán.
A las 1148, las acciones de Iberdrola, cuyas caídas tras el voto británico provocaron una serie de recomendaciones de compra por parte de los analistas, subían un 1,1 por ciento en un mercado alcista.