Con la creciente posibilidad de que Donald Trump vuelva a ser presidente tras los recientes acontecimientos, se espera que sus planes políticos tengan variados impactos sobre la inflación, la política energética, el comercio y otras áreas importantes.
La inflación parece ser una preocupación clave para la posible administración Trump. En su discurso de aceptación de la nominación en la Convención Nacional Republicana, Trump utilizó la palabra "inflación" 14 veces, como señalaron los analistas en un informe reciente.
La plataforma del Partido Republicano para el año 2024 hace especial hincapié en la lucha contra la inflación. El índice de Gastos de Consumo Personal (PCE), que sigue los precios al consumo, ha aumentado un 18,1% desde marzo de 2020 hasta mayo de 2024, con notables subidas en el coste de los bienes necesarios. No obstante, los analistas prevén que la tasa de inflación subyacente del PCE podría alcanzar el objetivo del 2,0% fijado por la Reserva Federal para finales de año.
"Sin embargo, la mayoría de la gente no compara los precios que paga ahora con los que pagó el año pasado (como hacen los economistas), sino con los que recuerda haber pagado al principio de la pandemia", añaden los analistas.
Una parte importante de la estrategia del Partido Republicano para reducir la inflación consiste en impulsar el suministro de energía. Trump ha declarado que aumentar las perforaciones de petróleo y gas será una de sus principales prioridades desde el primer día de su posible segundo mandato. Esta estrategia implica reducir las regulaciones sobre la producción de petróleo y gas, con los objetivos de disminuir los costes energéticos, reducir la fortaleza del dólar y promover el crecimiento económico.
Sin embargo, los analistas se muestran escépticos sobre cuánta energía adicional puede producirse, dado que la producción y las exportaciones netas de energía en EE.UU. ya se acercan a los niveles más altos jamás registrados.
"En cualquier caso, la desregulación mejoraría los márgenes de beneficio de las empresas energéticas estadounidenses", afirma la firma de investigación. "El margen de beneficio previsto para el sector de la Energía del S&P 500 ha disminuido desde su máximo del 12,8% el 25 de noviembre de 2022 hasta el 10,6% en la semana del 19 de julio."
Las posibles políticas comerciales de Trump, especialmente los aranceles, son otro foco de atención. El expresidente estadounidense ha sugerido que podría introducir un arancel del 10% sobre todas las importaciones y aranceles mucho más altos sobre los bienes procedentes de China, potencialmente de hasta el 60%.
Además, ha habido propuestas para imponer aranceles de entre el 100% y el 200% a los automóviles producidos en fábricas de ultramar, en particular las de México.
Esto ha suscitado la preocupación de que unos aranceles tan elevados puedan provocar un aumento de la inflación. Sin embargo, los analistas han señalado que la actual administración del Presidente Biden también ha aumentado los aranceles a China, y sin embargo los precios de las importaciones han seguido bajando.
"El traslado de la producción a EE.UU. y el aumento de las inversiones no residenciales ya se están produciendo bajo la actual administración, lo que limita la posibilidad de nuevas presiones inflacionistas", comentaron.
Más allá de los temas mencionados, analistas e inversores también debaten activamente sobre los posibles efectos económicos de una segunda administración Trump en materia de inmigración, reducción de impuestos, gasto público y regulación.
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