Shanghái (China), 6 ene (EFE).- El grupo privado Vanke (HK:1036), la mayor inmobiliaria residencial de China y uno de los gigantes del sector en el país, volvió hoy al mercado de valores de Hong Kong, aunque aún no al de Shenzhen, tras suspender su cotización en ambos el 18 de diciembre, debido a una batalla entre accionistas por su control.
Las acciones de tipo H de la compañía (denominadas en dólares de Hong Kong y listadas en ese parqué, pero sometidas a las regulaciones bursátiles de China) regresaron hoy al mercado, donde empezaron cayendo un 12,66 por ciento, aunque el desplome se fue reduciendo rápidamente ya en los primeros minutos de la mañana.
En Shenzhen, sin embargo, sus acciones de tipo A (denominadas en yuanes, las mayoritarias en los parqués chinos) se mantienen suspendidas, ya que Vanke alega que aún está pendiente de llevar a cabo una posible reestructuración de sus activos, cuyos detalles, si la lleva a cabo, anunciaría antes del 18 de enero, promete ahora.
Este motivo es el que había alegado la compañía hace dos semanas y media para suspender temporalmente su cotización, cuando aseguró que planeaba emitir nuevos títulos de cara a una reestructuración de su capital y a una futura compra de activos, pero al tiempo en que se libraba una batalla entre accionistas por el control de la firma.
El presidente y fundador de la compañía cantonesa, el magnate Wang Shi, se opuso abiertamente en diciembre a la reciente compra de acciones de Vanke por parte del grupo inversor Baoneng, que se convirtió así en su nuevo mayor accionista.
Baoneng es un conglomerado (también de la ciudad suroriental de Shenzhen, fronteriza con Hong Kong) que se dedica a las finanzas y al sector inmobiliario, pero que para financiar su inversión en Vanke y convertirse en su accionista principal hizo que una de sus filiales pidiera un crédito equivalente al doble de su capital.
"Nuestra gestión no da la bienvenida a que Baoneng sea nuestro mayor accionista, y la razón es sencilla: simplemente no tienen suficiente credibilidad", explicó Wang en la víspera de su retirada temporal del mercado.
Wang parece temer que, con Baoneng como mayor accionista, los bancos confíen menos en la solvencia de Vanke y encarezcan los créditos que le concedan, y así, sus operaciones.
"Si continúa la bola de nieve acabará siendo como lo que ocurrió tras el 'boom' del apalancamiento de las inversiones (en el sector) de los ochenta en EEUU", argumentó Wang en una reunión de accionistas en diciembre, ante la agresiva entrada de Baoneng: "las consecuencias pueden ser inimaginables".
Baoneng se defendió entonces asegurando que siempre ha cumplido la ley y que tiene una "buena reputación" en el mercado.
Se espera que Wang se defienda vendiendo a todos sus demás accionistas (salvo Baoneng) papeletas adicionales con grandes descuentos, lo que podría devolver el título de mayor accionista a su anterior poseedor, el consorcio estatal China Resources.